Los enigmas que ofrecía River hace tres meses, cuando se detuvo el campeonato local, siguen sin develarse en esta versión 2017. El juego del equipo no termina de clarificarse, y de esa manera la punta sigue estando cada vez más lejos. Más allá de que el objetivo principal de este año es la Copa Libertadores, en la cual debutará pasado mañana en Colombia, el fútbol continúa sin aparecer y ese punto es el más preocupante pensando en el futuro. River no sólo no pudo vencer ayer a Unión, sino que estuvo cerca de la derrota en varias ocasiones.
Si bien en el segundo tiempo mostró alguna mejoría, no le alcanzó para tener al menos la iniciativa del encuentro, ante un rival que cumplió su libreto a la perfección.
Por distintos motivos, no estuvieron ayer entre los titulares nombres como Ponzio, Rojas, Alario, Moreira y Maidana, y el plantel lo sintió en varios momentos. De todas maneras, en la final de la Supercopa ante Lanús estuvieron presentes algunos de ellos, y sin embargo el desempeño también fue decepcionante. El arquero Augusto Batalla terminó siendo el más destacado, salvando a sus compañeros de la derrota.
El que no lo ayudó mucho a Batalla fue Luciano Lollo, quien volvió a jugar luego de una larga inactividad, y sintió la falta de competencia. El ex Racing cometió errores en la entrega de la pelota, que significaron jugadas de riesgo para los visitantes. Para colmo, cuando intentó salir con pases largos, no tuvo la precisión necesaria y la pelota terminaba en poder de los jugadores rivales.
Otro que tampoco estuvo cómodo en el campo fue Carlos Auzqui. El ex Estudiantes se ubicó como volante por la derecha, lejos del área, y perdió influencia por ese sector. Cuando en la parte final se adelantó unos metros logró participar más del circuito ofensivo. Como River no tuvo un enlace clásico, se turnaban en esa función entre Ignacio Fernández y Martínez. El primero estuvo bien marcado por los volantes de Unión, y el segundo recién pudo desbordar por la izquierda en el tramo final del partido. En una de las jugadas más claras, Fernández probó desde afuera del área y la pelota pegó en el travesaño y luego picó sobre la línea, pero no terminó de ingresar. En la continuidad de esa acción, Auzqui tuvo su chance pero no pudo ante la presencia de Nereo Fernández.
El conjunto de Juan Pablo Pumpido exhibió un sistema sencillo, pero con la intención de trasladar la pelota por abajo. Los mediocampistas fueron los que sostuvieron todo el andamiaje, y el resto no tuvo complicaciones en sus tareas individuales.
El recambio es lo único que tiene River para comenzar al revertir este presente, aunque el desempeño colectivo no invita a ilusionarse. Los 11 puntos que lo separan del líder Boca, son el ejemplo de lo que transmite dentro del campo de juego. El año recién está comenzando, y el tiempo juega a su favor, para por lo menos recuperar algo de lo que ofreció en los primeros tiempos de Marcelo Gallardo al frente del equipo. El miércoles próximo, en Medellín, tendrá la primera oportunidad para comenzar el recorrido correcto. Hasta el momento, lo que se vio ante Unión y frente a Lanús, por la Supercopa Argentina, no es el indicado para sus aspiraciones verdaderas.