En tiempos de cuarentena, sin plazas, museos, cines, ni teatros, la creatividad se pone a prueba y encontrarle la vuelta a la rutina de aislamiento se convierte en un desafío diario. Y en ese marco, donde se impone el hashtag #YoMeQuedoEnCasa, el reto se complejiza a la hora de entretener a los más chicos. Pero en medio de la incertidumbre que genera una realidad nueva, las posibilidades se expanden y la virtualidad se transforma hoy más que nunca, aunque paradójicamente, en una plataforma de encuentro donde la cultura y las formas de recreación se multiplican, en todas las áreas, y para todas las edades. Precisamente, para actualizar y conocer más de esa agenda, PáginaI12 ofrece un recorrido por muchas de las actividades que se pueden hacer y compartir en familia para amenizar el encierro.

Aliada imbatible del ocio, la literatura ofrece un catálogo variado de géneros y temáticas. A través de sus redes, Penguin Random House fomenta la campaña #YoMeQuedoEnCasaLeyendo, y bajo la consigna “Para leer en cuarentena con niñxs”, propone alguna de sus últimas novedades que pueden comprarse online en el formato tradicional o digital, como Una familia anormal. Y unas vacaciones muy extrañas, de la famosa youtuber Lyna Vallejos, para lectores desde los 7 años; Todos deberíamos ser feministas, de Chimamanda Ngozi Adichie, recomendado a partir de los 4 años y Selene, de María Teresa Andruetto, a partir de los 9. En su amplia oferta, la editorial también ofrece en su tienda virtual la bibliografía de autores clásicos e inoxidables como María Elena Walsh y Roald Dahl.

Por su parte, Loqueleo, el sello de literatura infantil y juvenil perteneciente a Santillana ofrece en su web 400 títulos para todas las edades, con acceso gratuito a las primeras páginas de cada material, y guías y actividades descargables para jugar y acompañar cada lectura. En esa diversidad de propuestas, sobresale este año el Proyecto Bicentenario de Manuel Belgrano, con siete libros sobre la vida del prócer para chicos de 6 a 12 años, entre los que destacan Cielito de mi bandera, de Liliana Cinetto (poesía y cuento); Viaje a la bandera, de Cecilia Pisos (cuento); Belgrano hace bandera, y le sale de primera, un clásico de Adela Basch (teatro), con una nueva edición a color y El hombre que no podía mentir, de Ana María Shua (novela). Además, para sobrellevar la permanencia en el hogar, la editorial se suma con la campaña #LoqueleoEnCasa a través de sus cuentas de Instagram (Loqueleo Argentina) y Facebook (Loqueleo Santillana). Desde ahí, se comparten a diario videos de autores y autoras leyendo cuentos, enlaces a audios de los textos del Proyecto Bicentenario, e ideas para hacer en casa y sugerencias de lectura.

Con una similar línea histórica, pero con una perspectiva de género, Chirimbote sigue militando sus colecciones Antiprincesas y Antihéroes, una serie de biografías adaptadas con actividades lúdicas complementarias escritas por Nadia Fink e ilustradas por Pitu Saá, para niñes de 4 a 12 años. Entre sus títulos más recientes pueden encontrarse Evita, Gauchito Gil y La Tríada sin coronita, y Antiguía de Antiprincesas, sobre las vidas de Frida Kahlo, Violeta Parra y Juana Azurduy. Y para familiarizarse con las historias de sus distintos personajes, la editorial ofrece desde sus redes un libro completo con descarga gratuita para colorear y también propone olvidarse del Coronavirus de la mano del hashtag #DesCoronate con una variedad de podcasts para descubrir los textos de los libros, disponibles en SoundCloud, AudioBoom y Spotify.

Desde AZ Editora emprendieron por su lado el plan #AZDíaADíaConVos a través de sus redes sociales y web, donde ofrecen contenidos gratuitos y diferentes cada día, separados por niveles escolares y edades. Desde el sitio diaadiaconvos.az.com.ar ya pueden encontrarse propuestas de actividades de lectoescritura y grafismos, aptas desde los 5 a los 8 años y el acceso a una biblioteca gratuita con más de 80 audiolibros narrados por sus propios autores y autoras, para chicos de 2 a 12. Y sumándose a la cruzada cultural contra la pandemia, la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO), puso a disposición su biblioteca digital mundial, en wdl.org/es/ , donde se puede acceder de manera libre y gratuita a mapas interactivos, líneas históricas, artículos, fotos, grabaciones y películas de todos los tiempos.

Las artes escénicas, que reclaman como ningún otro ritual la interacción de cuerpos presentes, son las más golpeadas por la paralización de actividades, pero aun así resisten y ya comienzan a organizarse para circular de modo online. Plataforma pionera en la materia, Teatrix ofrece una variada programación teatral en alta definición desde cualquier dispositivo mediante una suscripción mensual fija. Allí, formando parte de la sección infantil se puede disfrutar de María Elena; Vivitos y Coleando; Saltimbanquis; Marco Polo; El Botella y de las obras recientemente estrenadas Yatencontraré y Doña Disparate y Bambuco.

Yatencontraré

Todos los medios son válidos para seguir conectados a pesar de la distancia, y así lo confirma Laberinto Masticable, el dúo teatral compuesto por Gabriel Wisznia y Gustavo Nilsson, con una propuesta de entretenimiento en vivo desde Facebook e Instagram, para hacer jugar, saltar y reír a chicos y grandes por igual. Los días de transmisión se anuncian por esos canales, y hay que estar atentos. Alternativa Teatral también se adhirió a la movida, y sumó a su cartelera una pestaña con programación en streaming, que se actualiza diariamente. Entre sus ofertas se destaca para los más chicos el espectáculo que brindan en vivo vía Facebook Karina Antonelli y Osvaldo Belmonte, integrantes del grupo Lalá y el Toque Toque. Con una consigna previa, y todos los días, a las 16, el dúo canta una canción e invita a los chicos a realizar una actividad. Y la escuela de artes escénicas Meraki, por su lado, fue más lejos, y propone una “Colonia artística de cuarentena”. A través de sus stories de Facebook, Instagram y hasta por grupos de chat de WhatsApp se explican consignas para realizar desde casa a partir de contenido exclusivo, como cuentos, poemas, canciones y videos.

La música también se hace escuchar a través de las pantallas. Pim Pau, el trío musical compuesto por Cássio Carvalho, Lucho Milocco y Eva Harvez, conecta con su público a través de sus redes para compartir formas de recreación artísticas y pedagógicas, con propuestas de juegos de palabras y coreografías a partir de canciones y videos. Y Los Raviolis, la “banda de rock para padres (e hijos)” que canta las miserias y las maravillas de la paternidad y la maternidad, aprovecha sus medios de contacto para difundir contenido en vivo, como algunos videos nuevos. Además, desde el 17 de marzo está disponible en el país la opción de Spotify Kids, app recomendada desde los 3 años, y que pasa a formar parte del plan Premium Familiar, libre de avisos publicitarios y con la garantía de proteger la seguridad y privacidad de los oyentes más pequeños.

Para maratonear solos o en familia, en Netflix puede encontrarse una amplia cartelera de películas: Mi villano favorito 3; Charlie y la fábrica de chocolate; Hotel Transylvania; Matilda; Turbo; Maléfica; El viaje de Chihiro; Enredados; Alicia a través del espejo; Animales fantásticos y dónde encontrarlos y la saga de Piratas del Caribe. De la factoría Pixar se suman Buscando a Dory; Los Increíbles; Intensamente; Toy Story; Monsters, Inc.; Up, una aventura de altura; Cars y Buscando a Nemo, además de títulos clásicos como La sociedad de los poetas muertos; Jumanji y La Máscara. Para los chicos más grandes, las series españolas Merlí; Elite; Atypical y On my block son algunas de las opciones disponibles. A su vez, la plataforma del Incaa Cine.ar ofrece de forma gratuita algunos títulos nacionales como Natacha, la película; Rodencia y el diente de la princesa y las series Monstruos rodantes; La cocina de Tomás; Familia Pampa y Herencia deportiva.

Con propuestas que amplían las posibilidades de jugar de forma online, la web del canal infantil Pakapaka propone un sinfín de juegos, actividades y experiencias digitales para explorar e imaginar. Series, aplicaciones, cuentos, trabalenguas y canciones son algunos de los contenidos culturales y educativos que pueden encontrarse en su espacio. Con la misma lógica, para aprender y en simultáneo divertirse, también se creó la página de Inta Chicos, un proyecto del Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria concebido como un espacio de encuentro para acercar el sector agropecuario y agroalimentario nacional a niños y niñas de 3 a 11 años a partir de contenidos multimedia que incluye variedad de juegos, videos y una biblioteca digital.

 

El Museo de Arte Latinoamericano de Buenos Aires (Malba), por su lado, acerca a través de su sitio y de su proyecto Malba Educación una serie de documentos descargables con lecturas, ejercicios y propuestas para jugar y aprender junto a las obras de la colección permanente del museo y las exposiciones temporales. Y combinando los objetivos lúdicos con los educativos, la iniciativa de los Clubes Ted Educación, de la plataforma TED Argentina, también es una de las tendencias virtuales desde que el pasado 16 de marzo decidió lanzar un programa para acompañar a los chicos en esta coyuntura particular. Así, todos los días a las 14, Clubes TED-Ed transmite en vivo por Instagram Live consignas que fusionan las áreas de conocimiento de la escuela con el estilo innovador de las charlas TED. Hasta el momento, algunos de los desafíos abordaron áreas diversas como juegos de ingenio, memes e ideologías animadas, técnicas para aprender a improvisar y rapear, historias de mujeres científicas y fotografía digital. 

Oferta para entretenerse, mientras haya que estar en casa, no falta.