“Este es un invento hijo del coronavirus”, dice Hernán Casciari acerca de su nueva criatura, Streaming & delivery. Hasta hace pocos días su página web se veía repleta de eventos que lo tendrían ocupado alrededor del mundo; ahora, por obvias razones, hay sólo uno: un recital de cuentos en directo y con delivery. “Es un hecho histórico: no creo que haya pasado nunca que un escritor se siente ante miles de personas que están en sus casas, les dé de comer y les cuente cuentos”, agrega el artista.
Será este sábado a las 22, podrá verse en todo el mundo, aunque el delivery llegará solamente a las 500 ciudades de ocho países abarcadas por la empresa de repartos con la que Casciari se asoció. La cuarentena total no suspendió el show: “En caso de que en algunas zonas el delivery no esté disponible, lo estará a partir del 31 de marzo, no tiene fecha de caducidad”.
“No es una reprogramación de algo en formato streaming: es una idea aparte. No está pensada para un público presencial. Es una estructura hija de estos tiempos, de la peste, de estar encerrado”, aclara el creador de editorial Orsai. Tuvo que ver con ingeniárselas para poder “cobrar un streaming, cuando en general no se cobra”, dice sin revelar cuántas entradas lleva vendidas a través de su página (www.hernancasciari.com , cuestan 800 pesos en la Argentina). “Es una experiencia para el usuario; vamos a empezar a inventar experiencias. La gente no va a dejar de entretenerse. Hay que encontrar la vuelta para entrar a su casa. Yo vivo de mis libros, no de mis espectáculos, entonces está todo bien. La gente va a comprar más libros ahora. Potencialmente… porque si deja de trabajar y percibir ingresos no va a comprar nada”, analiza.
Para la realización del recital alquiló un estudio en Palermo y convocó a una escenógrafa. El acontecimiento será similar a la propuesta de Casciari a la carta, espectáculo suyo en el que el público decide qué cuentos lee y sobre qué temas. Con los comentarios que vaya recibiendo a medida que el show avance, irá viendo “por dónde va”. La diferencia, claro, es que el cuerpo no estará presente compartiendo el mismo espacio con los espectadores.
En este sentido, el creador de la célebre blogonovela Más respeto que soy tu madre cree que “se va a parecer a la época de los blogs”, por la “complicidad” que se establecerá con “la comunidad”. “En el teatro se genera una vez cada siete minutos una carcajada o un aplauso que te hacen recordar que estás con 400 personas. Esas complicidades las voy a tener que generar yo”, compara. “Desde hace 15, 20 años todo lo que hacemos alrededor de contar historias se está moviendo, los formatos están cambiando desde la época de internet. Las opciones empezaron a ser gigantescas. Escribir online, los podcasts. Este es un nuevo paso: todo el mundo en su casa, comiéndose algo, mirando a un boludo que lee cuentos”, celebra Casciari.