Desde Roma.El Instituto Superior de Sanidad es un prestigioso centro de investigaciones y control de la salud perteneciente al estado italiano. Su objetivo principal es proteger la salud de sus ciudadanos.
El doctor Paolo D’Ancona, epidemiólogo, hace 20 años que trabaja en el ISS junto a otros cientos de investigadores y expertos repartidos por todo el país. Ante la pandemia del coronavirus que se sigue difundiendo, el Instituto Superior de Sanidad ha hecho una serie de recomendaciones a los ciudadanos y al gobierno, que se están poniendo en práctica.
En el mundo los contagiados han superado 200.000 personas y los muertos 8000. Italia es el segundo país después de China por el número de infectados.
-Doctor D’Ancona, ¿cuál es la situación actual de la pandemia en Italia? El lunes algunos indicadores de la cantidad de contagiados y muertos había ligeramente disminuido.
-La situación actual es que en Italia hemos puesto en marcha importantes medidas de contención. En particular, limitar la circulación de las personas, invitándolas a estar en casa, pidiendo a las oficinas que hagan trabajar a sus empleados en casa, cerrando las escuelas y universidades, cerrando bares y restaurantes, aplicando muchas medidas para reducir la movilidad de las personas y así el contagio. Nosotros esperamos empezar a ver un real decrecimiento del número de casos en una semana más o menos. Se requieren 14 días desde el momento en que fueron impuestas, para que las medidas tengan un efecto real. Por lo cual nos faltaría una semana.
-Según usted ¿cuánto podría durar esta pandemia, en Italia, en el mundo en general?
-No tengo datos como para poder emitir un juicio en este sentido, no es algo previsible en este momento. El motivo principal es que si no hiciéramos nada, tal como dijo en un principio el gobierno inglés, la epidemia sería más veloz pero el problema sería entonces la asistencia sanitaria. Una parte de estas personas estaría muy mal y tendría necesidad de ir al hospital. Pero si hay muchos que necesitan ir al hospital al mismo tiempo, no habría suficientes puestos disponibles. Sobre todo en terapia intensiva. No podemos permitirnos la velocidad. Tenemos que hacer de todo para hacer que la difusión de la epidemia sea más lenta.
-¿Porque se dice que sería más veloz si no se toman medidas de contención?
-El problema principal son los ancianos. El coronavirus es una enfermedad que mata sobre todo a personas por encima de los 70 años. Más alta es la edad y dado que en general tienen otras patologías, la sintomatología es más severa. Hay gente que se espera un escenario terrible. Pero la verdad es que la mayoría de las personas jóvenes contagiadas, están mal dos o tres días y luego se recuperan. El problema es que si tienen los abuelos en casa, pueden contagiarlos. En consecuencia nosotros no queremos que todos se contagien en el mismo momento, porque de lo contrario no habría lugar en los hospitales para curarlos.
-Milán ha decidido abrir un hospital de campaña en dos pabellones de la famosa Feria de Milán, donde cada año se exponen los productos italianos y se encuentran empresarios de todo el mundo. ¿Algo parecido se está programando en Roma?
-Nosotros estamos transformando algunos hospitales normales en hospitales exclusivos para los enfermos de coronavirus. Por ejemplo el Columbus (que dependen del Hospital Gemelli de propiedad del Vaticano pero que tiene acuerdos con la salud pública italiana) de Roma, que está siendo preparado para recibir a los enfermos de coronavirus que lo necesiten, sobre todo en terapia intensiva. Así evitaremos que otros pacientes que circulan en un hospital común, puedan contagiarse. Estamos hablando de hospitales en la región Lazio (a la que pertenece Roma) con una capacidad total de 1.500 camas. Los otros pacientes serán trasladados a otros hospitales.
-¿Qué sugerencia le haría a la gente de un país como la Argentina, que está empezando ahora vivir la crisis del coronavirus?
-Para mi es fundamental combatir el estilo de vida. Eso significa mantener una cierta distancia de las demás personas, no saludar con la mano, no dar besos o abrazos, evitar tomar el ascensor, lavarse las manos a menudo. También no frecuentar los locales (como bares o restaurantes), evitar los lugares llenos de personas. A veces se ven todavía en Italia grupos de personas que se juntan a cenar. No hay que hacer eso. Hay que tomar muy seriamente las medidas de protección. Debemos estar muy preparados. Puedo imaginar que puede llegar un momento en que sea difícil comprar ciertas cosas. Por eso es mejor proveerse de las cosas que sirven.
-¿Se refiere a alimentos y otras cosas necesarias para la vida cotidiana? Los argentinos tenemos una cierta experiencia en este sentido porque hemos pasado por crisis económicas alucinantes. Y se corría a los supermercados para proveerse de cosas, no siempre alimentos, pero que podían servir para la vida cotidiana...
-Eso, precisamente, para no preocuparse después. En Roma no se encuentran mascarillas, por ejemplo. Es una preocupación, aunque no es importante caminar con las mascarillas puestas. Yo personalmente no las uso para caminar. Porque estoy a la distancia recomendada de las personas (un metro o más). Subo las escaleras y no tomo el ascensor. No entró en los negocios donde hay mucha gente. Pero si uno estuviera con un enfermo en casa, la mascarillas servirían para el enfermo. Por lo cual, si puedo compraría algunas mascarillas…La enfermedad llegará, por eso es mejor prepararse. Es mejor no tener miedo. Es mejor saber que sobre todo tenemos que proteger a nuestros ancianos.
-¿Las mujeres son menos propensas a contagiarse del virus?
-Si. Aparentemente hay más hombres contagiados. En Italia, el 60% de los contagiados son hombres. El 40% son mujeres. Todavía no se sabe bien por qué. Pero podría ser que las mujeres llegan en mejor estado de salud a edades avanzadas. Una mujer de 80 años está en mejor estado de salud que un hombre de 80 años, al menos en Italia.
-Se dice que algunos países están ya probando una vacuna...
-Estamos lejos de una vacuna todavía.
-Pero además una vacuna es preventiva, no curativa ¿no?
-Cierto. Pero si nosotros hacemos más lenta la epidemia, en seis meses o un año podríamos tener una vacuna y vacunar a los que no se han contagiado.
-¿Cuáles son los fármacos para el tratamiento ahora?
-No soy un clínico, no puedo decir cuáles. Pero no hay una medicina en particular. Se prueban algunos fármacos, pero para los casos mas graves. Se usan en general fármacos para la fiebre y se espera que den algún resultado. Y si la persona está en el hospital, se trata de cuidar las enfermedades precedentes que tiene el paciente.