Gimnasia venció ayer a Quilmes por 3-1 en el Bosque, en un partido que tuvo un penal dudoso cobrado por el árbitro Fernando Espinoza y golazos de  Rinaudo, quien volvió a jugar luego de una larga lesión, y del debutante Matos.

La ventaja conseguida por el equipo de Alfaro apenas pasado el cuarto de hora de la primera etapa aturdió a los de Grelak, quienes sin esbozar una reacción se encontraron dos tantos abajo cuando Rinaudo, el emblema de Gimnasia, metió un derechazo que viajo hasta el ángulo superior derecho de  Rigamonti. Fue un grito especial para el ídolo , ya que que volvió a jugar luego de casi 300 días, tras superar una fractura en el escafoides del tobillo derecho. 

Perdido por perdido, el visitante fue por el descuento. Y estuvo cerca al final de la primera etapa, con un tiro libre de Contreras se estrelló en el travesaño. Ese impulso se prolongó al complemento, donde Quilmes se puso 1-2 con el gol convertido por Da Campo, a la salida de una pelota parada.

La ilusión del Cervecero, que solamente tiene por debajo a Huracán y Arsenal antes de los cuatro puestos de descenso, duró poco ya que el ingresado Matos, el otro refuerzo de Gimnasia, liquidó el partido con un lindo zurdazo desde afuera del área.

Así, Gimnasia consiguió una victoria importante, que le cambió la cara a un conjunto que no tuvo un buen cierre de año 2016, mientras que Quilmes deberá recuperar los puntos perdidos fuera de casa cuando reciba la próxima semana a Rosario Central en el estadio Centenario.