El primer día de la cuarentena en Santa Fe tuvo acatamiento favorable en la mayoría de la población, pero con "grupos minoritarios de gente desaprensiva", según advirtió  propio gobernador de la provincia, Omar Perotti, quien infomó de lo acontecido acompañado por el ministro de Salud, Carlos Parola y el jefe de la Policía provincial, Víctor Sarnaglia. 

En ese sentido el gobernador afirmó que seguirán siendo rigurosos con las detenciones de personas y con los cierres de comercios e industrias que no están exceptuados en el decreto nacional. "Esto no es una solicitud, es una obligación, y actuaremos en consecuencia", advirtió el mandatario.

La Policía de Santa Fe ya realizó 1.152 actuaciones en todo el territorio, desde detenciones, pasando por controlar la circulación de gente en la calle, hasta cierre de comercios e industrias, siempre según datos oficiales. 

La medida más trascendente de la primera jornada fue la decisión de pagar por única vez un bono de 3.000 pesos a todo el personal abocado a la atención de la pandemia. "Es una primera señal que este sector debe tener complementariamente a los aplausos que ayer recibieron de toda la sociedad por su compromiso", aseguró Perotti. Esta decisión se suma a los 1.000 pesos de refuerzos en la Tarjeta de Ciudadanía para aquellos beneficiarios con hijos de entre 7 y 12 años, bajo peso, celíacos y adultos a partir de los 65 años. 

En el frente sanitario no se confirmaron nuevos casos de Covid-19 en la provincia. Hasta el viernes por la tarde, el parte oficial mantuvo los 2 casos ya confirmados en Rosario y 43 muestras que están en estudio en el Instituto Malbrán.

El arranque formal del aislamiento se sintió con escasa actividad en la calle. Hubo colas en algunos bancos para acceder a cajeros y mucho público en superficies comerciales grandes y medianas, a pesar de que las autoridades insistieron en resaltar que está garantizada la producción, distribución y stock de alimentos y productos de primera necesidad y la reposición de dinero en cajeros.

Sin embargo, hubo situaciones que fueron más allá de las excepciones consideradas en el decreto nacional. Ahí es donde intervino la Policía. "Las plazas y parques son muy lindos pero este no es el momento", dijo el jefe de Policía, quien además aludió a "una gran desaprensión" en gente que no toma conciencia. Como ejemplo citó intervenciones policiales para cerrar perfumerías y locales de venta de celulares en Rosario o industrias de bienes no imprescindibles en departamentos del sur provincial.

El gobernador dijo que se tomó el comienzo de la cuarentena "como la puesta en marcha" y se mostró confiado en que "los santafesinos podemos mejorar". Por otra parte, indicó que mantiene comunicación con todos los jefes comunales para que sean inflexibles en la aplicación de los controles en cada una de sus localidades. "Si esperamos el pico en abril, que es el mes en que aparecen las enfermedades relacionadas a la estación, y a eso le sumamos la pandemia de coronavirus, nos va a faltar poder dar atención a todos. Por eso lo que queremos es atrasar lo más posible la enfermedad", dijo Perotti.

El ministro Parola aclaró que se está en el camino correcto, "podemos elegir entre una respuesta sanitaria como la que estamos dando, cuidándonos todos y evitando el contagio, o el modelo de los países europeos que ya vemos lo que está ocurriendo".

El ministro de Salud santafesino también se refirió a las actitudes de rebeldía de algunos ciudadanos: "Si fueran personales no es nada, el problema es que ponen en peligro a mucha gente", indicó.