Una de las últimas apariciones públicas de René Orlando Houseman fue en Villa Yacanto, cuando las autoridades de la Secretaría de Deportes de la pequeña localidad cordobesa lo convocaron para designarlo padrino de las escuelitas de fútbol dependientes del municipio. Hoy, cuando se cumplen exactamente dos años de la muerte de uno de los más grandes ídolos del fútbol argentino, un equipo del pueblo lo sigue homenajeando con su nombre en el torneo que participa en Santa Rosa de Calamuchita y donde ya celebró un título.
Para entender la llegada del puntero derecho campeón del mundo en 1978 a Yacanto como padrino de sus equipos de fútbol primero hay que presentar a Gabriel Chepenekas, el entrenador del Deportivo Marcos René y uno de los principales impulsores del fútbol femenino en la región. Hincha de Excursionistas y colaborador en el club del Bajo Belgrano, Chepenekas se convirtió en uno de los responsables del fútbol femenino de la institución en 2012. Y desde ese puesto se contactó con Houseman para que el "Hueso" se sumara al cuerpo técnico y aportara toda su experiencia para las chicas que recién estaban dando sus primeros pasos en la actividad, que años después llegaría a ser semiprofesional, con el club disputando el torneo de AFA de primera división.
Ya radicado en Córdoba y como integrante de la Secretaría de Deportes de Yacanto, "Chepe" fue el nexo para que Houseman fuera el padrino del proyecto municipal que pretende incluir a los pibes y pibas de la zona en el deporte, específicamente en el fútbol. Por más que estaba diagnosticado del cáncer de lengua que le costaría la vida, el "Loco" pudo viajar para ver con sus propios ojos la obra de la que formaba parte. Allí compartió las actividades de lxs chicxs durante cuatro días y recibió una plaqueta de reconocimiento de parte de las autoridades municipales. "En agradecimiento a tu gran trayectoria futbolística y en honor a tu visita a nuestra localidad, queremos nombrarte padrino de la Escuela de Fútbol de Yacanto", rezaba en la placa que le entregaron.
Como el proyecto creció rápido, no sólo se incluyeron a los chicos de la escuelita. Con los más grandes, más algunos mayores y la llegada de nuevos jugadores, se pudo formar un equipo que se propuso participar en la Liga Barrial de Santa Rosa de Calamuchita, un torneo anual que va de marzo a noviembre en el que participan 28 conjuntos, que se juega en dos sedes -la del Camping y la de Villa Incor-, y que incluye una maratón en continuado de siete partidos por día en cada una de las raleadas canchitas. Para cada fecha, los jugadores del Deportivo Marcos René, cuya camiseta fue un regalo especial del intendente Oscar Musumeci, tienen que unir los 30 kilómetros que separan a Yacanto de Santa Rosa.
Como homenaje al padrino ya fallecido, el nombre René no podía faltar en la denominación oficial del único conjunto que representa a Villa Yacanto en el certamen de la vecina Santa Rosa. Y también se le agregó el Marcos, por el hermano de un jugador y amigo de otros que falleció en un accidente de motos con sólo 17 años.
Contra planteles más armados, con mayor estructura y con mejores condiciones para reclutar jugadores, al Deportivo Marcos René le costó hacer pie en el arranque del torneo, aunque con mucho esfuerzo se las ingenió para terminar en la mitad de tabla. Sin embargo, el gran golpe lo pudo dar en la Copa de la Liga a fines del año pasado, cuando, contra todo pronóstico, se consagró campeón. Como no podía ser de otra manera, lo hizo con mucho sufrimiento y de manera agónica, con una campaña digna del récord Guiness y envidia del mismísimo Carlos Bilardo: no ganó ninguno de los cinco partidos y pasó todas las fases por penales, incluida la final. Con la cuarentena en marcha y los torneos suspendidos, son los vigentes campeones...
Pero más allá de la alegría del título, el orgullo del equipo y de todos los involucrados en el proyecto pasa por otro lado: seguir desarrollando el fútbol como herramienta social y honrar el legado de su ilustre padrino, justo a dos años de su muerte.