Alguien dijo por Twitter “¿¿¿Es que no vamos a coger nunca más???”. El sexo, la sexualidad, el erotismo en la cuarentena es EL tema. La tecla cero, diría una amiga. Lanzada la pregunta en Facebook (“¡Hola gente! estoy escribiendo una nota sobre sexualidad en cuarentena. ¿Alguien que quiera dar su testimonio?") hubo pocas respuestas. “Si ya no teníamos 'sexualidad' imagínate ahora”. “Esperá que googleo 'sexualidad'”. “No tengo nada para aportar”. Los chistes y memes en torno a la falta de ganas y las pocas posibilidades circulan. El miedo, la incertidumbre, el clima apocalíptico no ayudan. Para algunes sin embargo, el miedo a la soledad pesa más que el temor al virus y siguen con tantas o más ganas que hasta ahora y buscando estrategias de encuentros donde lo virtual gana terreno. Mientras leemos que una plataforma de películas porno liberó gratuitamente el acceso en Europa, aquí algunas historias sobre qué pasa en las apps de citas, en los encuentros nuevos, y en el cara a cara para quienes pueden.
“Sos divina ayyyy yo te haría ya, sexo oral y mal... y te daría vuelta y te haría sexo oral por detrás muy despacito, lamiéndote todo y en círculos entre tu coñito y tu anito...”. Si hay coronavirus, que no decaiga. Para algunos, todo es cuestión de subir la apuesta, que no baje el entusiasmo, aunque después no pase nada. El regodeo sexual que propicia lo virtual no es nuevo pero con el coronavirus en danza y el terror de no saber cuándo será posible el reencuentro cuerpo a cuerpo, las conversaciones elevan rápidamente la temperatura. Así por lo menos lo vive Vanesa, separada con hijos que por estos días están con el padre.
--No nací para estar sola y aislada --comienza el chat con esta cronista. Por estos días chatea con algunos conocidos con intenciones de verse después del coronavirus.
--Te ponen "ya nos reencontraremos", "si salís a la calle te retienen el auto" "si voy para ese lado, a ver a mi viejo, te paso a ver..."
--¿Y las charlas se ponen más subidas de tono?
--Todo se sube de tono, porque no hay presencia. ¡Claramente! Uno también sube el tono. Total ¡NADA DE ESTO SERÁ REAL!!!
--Todos potenciales. Pero jugás un rato al menos.
--Ante cualquier palabra mía, la respuesta es "seee x dios". Jaja. Sí, es un juego. Repleto de cobardía y miseria.
--¿Qué te gustaría que pasara?
.-A mí me gusta el ideal: que dejen su casa, agarren el flor de auto que tienen, y vengan a rescatarme.
--¿Y no te da miedo al contagio?
--Yo me hubiera ido con quien me hubiese propuesto rajar a un sitio bien solitario. No tengo paranoia. Y miedo tardo mucho en tener. Soy así. Cero miedo. Pero de seguro soy irresponsable.
--Te afecta más la soledad.
--Sí, totalmente.
Al otro lado de la ciudad, a Blanca le pasa algo similar con el aislamiento forzado. Está sola y cuando vio venir la cuarentena se esforzó en generar algún tipo de vínculo. Asidua de las aplicaciones de citas Happn y Bumble, se bajó además Okcupid y también está abierta a que algún diálogo comience por Facebook o Instagram. “Como estoy sola me ocupé de ver si alguno me gustaba. Salí con alguien la semana pasada. En otro momento capaz no le hubiera dado cabida. Tuve una cita pensando en que se venían unos días de cuarentena. Me agarró la necesidad de tener un vínculo, aunque no cogimos. Me parecía buena persona, centrado, para conversar. Una persona seria para crear un vínculo afectivo cercano. Porque los días de soledad me dan terror. Lo que estoy pensando es si hay alguna manera de vernos”, cuenta.
--¿No te da miedo?
--No, me importa más mi salud mental. Él no está en zona de riesgo. Tiene la mamá grande y se cuida. Antes de tener la cita le pregunté si estuvo afuera y si estaba bien de salud y me dijo que sí. Trato de cuidarme de mi salud mental y como vivo sola... ¿Cómo mantenés la salud mental viviendo sola y sin pareja?
Decir “no tengo coronavirus” o usar barbijo empezaron a formar parte de los perfiles o es el tema con el que se rompe el hielo al comenzar a chatear en las aplicaciones de citas. Algunas apps advierten sobre los riesgos de los encuentros cara a cara, pero los intercambios continúan. “Hay mucha menos gente circulando, las citas se paran, la paranoia entra un poco a jugar en esto. Circulan mil memes sobre cómo la cuarentena te vuelve monógamo. Todas las citas se posponen. Juegan la idea de 'qué sé yo con quién estuvo'”. Como es invisible y no sabemos, la monogomia y el no coger aparecen como la única seguridad del no contagio”, comenta Mariana Palumbo, doctora en Ciencias Sociales de la UBA, que viene estudiando las aplicaciones hace años. Su tesis fue “Solos y solas: búsquedas de encuentros eróticos y afectivos en mujeres y varones heterosexuales (Área Metropolitana de Buenos Aires, 2015-2017)”.
Para ella, no bajan las ganas ni el deseo. “Pero sí aparece más de relación a distancia, hay más sexting, chat, fotos, como estrategia para contrarrestar esto de que no puedo ver a otro. La gente sigue chateando por aplicaciones. También surgen formas autogestivas, la masturbación, que la sexualidad no dependa de otra persona”, apunta.
Matías es soltero y tiene 32 años. Vive solo en La Plata y desde allá comenta: “Los días previos al aislamiento social comencé a percibir miedo en la forma de socializar en las personas. Hasta hace unos días al menos se garchaba con el conocido, con la fija. Por el cierre de boliches se acrecentaron las reuniones en departamentos, con la poca conciencia y los riesgos que esto lleva”. Sin intenciones de juzgar dice que “en estos días sentí estar viendo una película en la que el vih aparecía en el mundo con todos preguntando de qué manera se trasmite. No se puede andar de garche así porque sí y entonces de qué manera conducir el deseo hacia la intimidad de mi hogar”. “La paja y la autosatisfacción como método de prevención”, define.
El sitio de pornografía Pornub extendió su oferta de membresía gratuita a los encerrados en sus casas residentes de Francia y España, una oferta de la que ya disfrutaban los italianos. Como era de esperar, el tráfico aumentó. Es que si bien la cuarentena está generando nuevos hábitos, también potencia o exacerba las costumbres o prácticas tradicionales. Y tal vez sea en la intimidad donde más atado se está a los viejos patrones de relacionarse, de excitarse y de consolarse. En ese sentido Palumbo señala que en lo sexual, y más allá, “se ve mucho que los varones cis son los que no cumplen la cuarentena. Como una cosa de la masculinidad que se pone en evidencia. Es algo más allá del coronavirus. Como la masculinidad hegemónica tiene esta idea de que no le va a pasar nada, que no tiene por qué seguir esta regla que le dicta otra persona... Las mujeres se cuidan más, porque históricamente son las que cuidan”.
Quienes están en pareja pero no viven juntos van a tratar de visitarse. Ese es otro tema de preocupación sobre todo entre adolescentes y jóvenes que no conviven. Pero hay algunas parejas, como el caso de Paulina, que decidieron pasar la cuarentena separados, porque ella vive en CABA y su novio en otra ciudad a varios cientos de kilómetros. “Fue una decisión. Vi venir la cuarentena antes de que la anuncien y sin estar segura de si era buena idea o no, preferí quedarme en casa. Fue un poco por razones prácticas, de no poder volver una vez que se cortara la circulación de personas”, cuenta. Por otro lado, dice que “con todo esto no tengo mucho interés en el sexo. Es tanto el trabajo para hacer (online, limpiar y desinfectar, reorganizar la logística completa de la vida, hacer gimnasia dentro de casa y gestionar mis emociones...) que el sexo queda en un plano lejano. Cuando termino de hacer todo, ya estoy cansada. O prefiero el encuentro de la palabra. El acompañamiento desde la videollamada. La tristeza le gana a las ganas”.
Charly, de Palermo, está en pareja con Daniela hace ocho años y tienen un hijo de once. Esta semana empezó un diario de la cuarentena por Facebook. Todavía no hubo relatos de la experiencia sexual por esa vía pero sí habló con este diario de sus expectativas: “Con mi mujer nos llevamos muy bien en todo sentido, así que te puedo decir que la pre cuarentena vino muy bien. y ahora que ya no puedo ni salir a trabajar la expectativas crecen”. “Hacemos bastantes malabares ya que tenemos un niño de 11 años en casa... pero la verdad que nos la rebuscamos bastante bien, generalmente cuando es la hora de la siesta y si no ya de noche cuando duerme. Pero el promedio semanal de encuentros es alto siempre, imagino que ahora ese promedio crecerá un poco --comenta--. Nos sentimos muy afortunados. A veces pienso en otras parejas conocidas y me pregunto si crecerán los divorcios en esta cuarentena y/o también los embarazos”. Misterio que se develará cuando podamos recordar los tiempos del coronavirus. “Es muy probable que lo que a uno le pase a nivel de la sexualidad es como es en general en la vida, cómo se toma el acontecimiento. Hay gente que se asusta mucho y le puede afectar su vida sexual y en general. Pero supongo que para quienes lo puedan ver como una oportunidad podrán rescatar algo positivo de la experiencia en varios terrenos y también en la sexualidad”, piensa la educadora y orientadora en sexualidad humana Silvia Kurlat.
Todavía es difícil adelantar qué nos dejará el coronovirus, si cambiará las prácticas amatorias, los encuentros, los modos de relacionarse. Hay tantas experiencias como personas y gustos sexuales. Estas son solo algunas. Tal vez el hilo común pueda ser la importancia de seguir en contacto, explorando la sexualidad, por la vía que sea.
Recuadro:
Silvia Kurlat es educadora y orientadora en sexualidad humana y fue presidenta de la Asociación Argentina de Educadoras y Educadores sexuales desde 1992 al 2019. Lo primero que pensó al ser consultada por la sexualidad en la cuarentena es que “es muy probable que lo que a uno le pase a nivel de la sexualidad es como es en general en la vida, cómo se toma el acontecimiento. Hay gente que se asusta mucho y le puede afectar su vida sexual y en general. Pero supongo que para quienes lo puedan ver como una oportunidad podrán rescatar algo positivo de la experiencia en varios terrenos y también en la sexualidad”.
--¿Cree que abre nuevas posibilidades de sexualidad?
--Si uno pudiera ser suficientemente creativo y puertas adentro buscar aquellos estímulos que contribuyen a una intimidad más rica, interesante, nutritiva, efectivamente puede contribuir a un encuentro diferente.
--¿Y para quienes están solos?
--Ahí me obliga a pensar en la sexualidad entendida como genitalidad y hay que pensar en el autoerotismo. Si lo entendemos desde un lugar más abarcativo, todo suma, desde la música, los perfumes, los recuerdos, y los chats, a través del skype, el estímulo de la palabra del otro o de la otra, puede resignificar y es importante. Lo que tiene que estar son las ganas. Es querer que algo ocurra. Que algo despierte. Cuando está el deseo es posible encontrar el estímulo que desencadene algo. Si el deseo está muy apagado seguramente no ocurrirá.
--¿Cómo impactan la incertidumbre y la paranoia?
--También depende de la persona. Para algunas personas el miedo paraliza y obtura, la sexualidad no estará en primer plano. Pero para otra persona que piensa todo es tan incierto, todo es “in-permanente”, este coronavirus vino a poner claro sobre negro, el futuro es impredecible, podrán decir, es la mejor oportunidad para vivir al sexualidad de la mejor manera que pueda vivirla, sola o acompañada.
--¿Es importante en estos momentos mantener activa la sexualidad?
--Sí, porque la sexualidad, volviendo al concepto más abarcativo, es vitalidad, es vida, es conexión con el mundo, con una misma y con los demás, desde un lugar motivante.
“Es muy difícil reflexionar de algo que está pasando ahora. El link entre coronavirus y sexualidad se está escribiendo. Por supuesto que hay muchos tipos de relaciones afectivo-sexuales-amorosas, específicamente eróticas e infinitas formas de relacionarse. Entonces es muy difícil generalizar. No es lo mismo en una relación de carácter estable o en parejas con sexo ocasional o en quienes tienen vínculos poliamorosos o no tan convencionales como las parejas swingers o las que tienen o comparten relaciones sexuales con muchas más personas”, dice Adrián Helien, médico sexólogo, coordinador del Grupo de Atención a Personas Transexuales (GAPET), División Urología del Hospital Durand, y presidente del capítulo de sexología y diversidad sexual de la Asociación de Psiquiatras Argentinos (APSA). También se refirió a cómo las diferentes personas vivimos el erotismo y la sexualidad:“ Incluso nosotres no somos iguales con distintas parejas. Es decir, tratar de generalizar es un ejercicio complejo”.
A pesar de la complejidad del tema, desglosó algunos ítems a tener en cuenta en los distintos escenarios sexuales, partiendo de que “en los cuidados para el coronavirus tienen que estar presentes los cuidados para el sexo seguro, es decir, obviamente el lavado de manos y básicamente algún tipo de aislamiento social que significa aislamiento de cuerpos”.
*Parejas estables: “para las parejas que tengan buena comunicación y un erotismo compartido, que la pasen bien juntos y que no tengan ninguna sospecha cierta de coronavirus puede ser muy interesante este momento porque van a compartir mucho más tiempo, van a tener muchas más oportunidades. Inclusive el erotismo puede continuar o aumentar. Imaginemos el otro contexto donde la pareja tiene una situación erótica que no es buena para ninguno, o hay conflictos de carácter sexual o problemas en la comunicación, probablemente este aislamiento pueda hacer que la pasen mal o agravar estos conflictos”.
*Encuentros nuevos: “Mala época para los nuevos encuentros, en general, por el aislamiento social impuesto como norma de salud. Lo cual no quiere decir que no haya conexión pero habrá que utilizar alguna tecnología: videollamadas, chats, un montón de alternativas para seguir conectándose y ahí se puede implementar inclusive situaciones que tengan que ver con lo erótico en el sentido de tener alguna actividad erótica virtual, la que cada pareja quiera”.
*Swingers: “También es una época de stand by. Las relaciones de este tipo van a tener que tener una pausa o hacerse por vía virtual”.
*Autosatisfacción. “Siempre tenemos un espacio para conectarnos con nosotros, nosotres, nosotras mismas. Tiene que ver con la posibilidad de disfrutar de mi cuerpo. Las personas podrían optar por esta opción”.