“Mirá la hora de la mañana que es y no hay un solo médico. No tengo ambulancia. Y hay una chica con un aborto y hemorragia. Además tengo más pedidos de ambulancias. Una de las ambulancias está con la caja rota y a la otra le falta aceite”. Es inevitable escuchar exasperada a una enfermera del Hospital de Santa Victoria Este ante sus compañeros de trabajo. Ella no sabe que hay una periodista de Salta/12 en el lugar. Sus compañeros no saben qué hacer. Ellos sí saben que hay alguien extraño ahí y pudieron hablar tras ser autorizados por el gerente, César Oviedo. Ni él ni los otros dos gerentes estaban en el Hospital el lunes 16 de marzo a las 10 de la mañana.
Afuera está la ambulancia donada por la empresa Toyota. No se entiende la razón por la cual no se la usó. Al preguntar un poco más, señalan el techo. Nadie explica bien por qué, pero se voló parte de la caja de la ambulancia y por eso no puede salir.
“La caja es muy pesada y hay que acondicionarla para que pueda salir por los caminos más difíciles”, dijo Oviedo al hablar con Salta/12. Al explicar su ausencia, indicó que tuvo que ver con la presentación ante la Justicia de Tartagal (ciudad cabecera del departamento San Martín), de diversos casos de pacientes que son o serán judicializados.
Días después Oviedo volvió a hablar con este medio vía telefónica. Ya nos habíamos retirado de Santa Victoria Este. Ese día también volvía de Tartagal tras realizar trámites administrativos atenientes al funcionamiento del Hospital, además de gestionar insumos para el caso de que puedan aparecer personas con un posible coronavirus. Por este mismo tema indicó que había empezado a conversar con Gendarmería para evitar el paso en el punto tripartito. Sucede que a Santa Victoria se puede ingresar desde Bolivia o Paraguay sólo con cruzar el río Pilcomayo.
Pocos móviles y menos médicos
El primer fin de semana de marzo “nos retiraron dos móviles del Hospital. Uno cardiológico (ambulancia), que teníamos para los traslados a Tartagal. El otro es una camioneta Ranger cuatro por cuatro. Esa nos dejaron (desde el Ministerio de Salud), teóricamente en reemplazo de otra camioneta. Supuestamente ambas necesitaban service, pero las llevaron a otro lugar”, contó Oviedo. En definitiva, el Hospital quedó con una sola ambulancia funcionando que supuestamente era para Alto La Sierra (también en Santa Victoria Este, en el departamento Rivadavia), pero que en realidad pertenece a Nazareno (en el departamento Santa Victoria).
En cuanto a la ambulancia donada por la empresa Toyota, puntualizó dos situaciones: una tiene que ver con el carrozado que genera mucho peso a la parte de atrás y es difícil moverla en el terreno ya complicado de los caminos de Santa Victoria Este. Ante ello, la idea es llevarla a la ciudad de Tartagal, a la concesionaria de la firma, para acondicionar elásticos en el tren trasero de la camioneta. El otro problema es sobre el sistema de climatización, al hacer un traslado se voló la tapa de plástico y con las lluvias el sistema se puede mojar y dañar.
La realidad de los médicos no es mejor. “En principio, somos pocos médicos”, dijo Oviedo. Señaló que en la semana que le llevaron las ambulancias hubo un problema en Alto La Sierra “y nos pidieron dos médicos más”.
Eran seis médicos, con este traslado quedaron cuatro y estimó que si no estaban el día que Salta/12 visitó el Hospital (lunes 16 de marzo) fue porque “quizás estaban descansando porque están sobrecargados de guardias”. “Si hasta el sábado (por el que pasó), no vienen los voy a buscar”, dijo al referirse a los médicos que fueron hasta Alto La Sierra en calidad de préstamo.
Respecto a la ausencia de los demás gerentes, indicó que cuando deben retirar el dinero para el Hospital “sí o sí debemos estar dos (gerentes) al menos”.