El 25 de mayo de 1980 Diego Maradona era la cara promocional de la Copa Kirin en Japón pero estaba en el barrio de Villa Crespo. No podía jugar en Tokio y Buenos Aires al mismo tiempo, separadas por 18.376 kilómetros. Tampoco era posible para Argentinos Juniors que le ganó a Tigre en la cancha de Atlanta y ese día patrio puso a un equipo de juveniles emparchado al otro lado del planeta. Si la dictadura cívico-militar había tomado el país, el genocida Carlos Suárez Mason hacía y deshacía a su antojo en el club de La Paternal. Era el socio 322.082, pero mucho más que eso.

Afuera de la institución decidía sobre la vida y la muerte de millones de argentinos, adentro se daba ciertos gustos. Su hijo Marcos Agustín fue a la gira por Asia como "refuerzo" con algunos campeones mundiales juveniles del '79. Era un delantero que sobrepasaba en edad al resto del plantel. Nació en 1954 y la mayoría de sus compañeros circunstanciales en 1961 y 1962. Pero había tenido un breve paso por la primera de San Telmo en 1975, un crédito con el que tal vez pretendía justificar su presencia. Al regreso del viaje -que incluyó dos partidos con sendas derrotas- los esperaba en Ezeiza su padre. José Luis Lanao, testigo de ese momento, jugaba en Vélez y también había sido convocado para esa excursión que terminó con un 4-0 en contra con el Middlesbrough de Inglaterra, el ganador del certamen que daba unos cuantos miles de dólares en premios.

Maradona hizo uno de los dos goles en el 2-1 con Tigre ese 25 de mayo de hace cuarenta años. El otro lo convirtió Silvano Espíndola. Argentinos iba segundo y corría de atrás al puntero River que finalmente se quedaría con el torneo Metropolitano del 80. El equipo de Diego salió subcampeón; Platense y Talleres terceros. La Copa Kirin quedaba demasiado lejos de las vitrinas de La Paternal pero la máxima figura del campeón mundial juvenil '79 era indispensable para publicitarla. No era cuestión de despreciarla. Había en juego un dinero que el club necesitaba. A Lanao se sumó como refuerzo otro integrante de aquel gran equipo dirigido por el Flaco Menotti: Jorge Piaggio de Atlanta. El defensor recuerda hoy que Marcos Agustín Suárez Alais -uno de los siete hijos del ex jefe del Primer Cuerpo de Ejército- "era puntero derecho y en Ezeiza nos hizo pasar sin ningún control".


El hijo del general nunca llegó a debutar en la Primera de Argentinos Juniors -estuvo dos fechas en el banco de suplentes en el Metropolitano de 1978- algo que sí había conseguido con San Telmo en 1975.
Llegó a jugar cuatro partidos, hizo un gol contra Estudiantes de Buenos Aires en la cancha de la Isla Maciel y contribuyó con el ascenso a la A. Quilmes salió campeón y su equipo quedó segundo. Subieron los dos. En ese mismo torneo debutó Claudio Tamburrini como arquero de Almagro el 19 de abril. Fue uno de los pocos detenidos-desaparecidos que logró escaparse de un centro clandestino, Mansión Seré, la madrugada del 24 de marzo del '78. Hoy vive en Suecia y tiene una cátedra como filósofo en la Universidad.

El rastro de Suárez Alais como futbolista se perdió en el '78, quizás porque se volcó al estudio en la Universidad de Buenos Aires de la que egresó en 1982. Lo hizo con el título de ingeniero electromecánico con orientación electrónica, según el CV que subió a Linkedin. Tiene un currículum prolífico y diversificado donde declara que es técnico en Psicología Social de la Escuela Pichón Riviere, secretario de la Fundación Sai Baba en la que ejerce un voluntariado desde enero de 2011 a la actualidad y además dice colaborar en la atención de un comedor infantil en la localidad de González Catán. Define a esa tarea como "una experiencia humana que me ha dado una mirada compasiva de mi propia vida hacia todo lo que me rodea. He recibido muchísimo de todas las personas que he conocido allí y me siento agradecido a la vida".

Aunque no lo compute como antecedente, su experiencia en la Copa Kirin debe ser para él un recuerdo imborrable como futbolista. Maradona no viajó a jugarla pero Suárez Alais tenía un pasaje de ida y vuelta para hacerlo. Javier Roimiser, el responsable del Departamento de Historia de Argentinos Juniors aporta datos valiosos que atesora en su archivo personal: "A la Copa iba a ir Maradona con todo el equipo de Primera División aunque finalmente no viajó. Fueron las categorías '61 y '62, con jugadores que llegaron a Primera como Carlos Olarán y Caruso Lombardi, también un arquero, Enzo Farías, que integró la reserva". Pero el que llegaría más lejos que todos es Sergio Batista, campeón mundial de 1986 que jugó en la gira como volante central.

El anuncio de la participación de Argentinos en la Copa con Diego

Argentinos debutó contra la selección japonesa el 25 de mayo del '80 y perdió 3-1. Cuatro días después lo goleó el Middlesbrough inglés que llegó como puntero del grupo B a la final del torneo. En el partido decisivo le ganó al Espanyol de Barcelona por penales después de empatar 1-1. Era la tercera edición de la copa donde Suárez Alais y Lanao integraron la delantera en el cierre de la gira. El primero -podría decirse con cierta licencia- en condición de jugador libre y el segundo como refuerzo aportado por Vélez. Su viaje se extendió más de la cuenta: hizo escalas en Los Angeles y Anchorage, la capital de Alaska. La experiencia deportiva en la Kirin terminó mal, pero el heredero de Suárez Mason se sacó las ganas de debutar en un campeonato internacional.

Su padre siguió pavoneándose en el club como la primera vez, cuando el 13 de abril de 1977 irrumpió en el complejo deportivo de la calle Punta Arenas 1271. "Yo estaba esa tarde lluviosa en el club, en el polideportivo y veo que llegaban alrededor de ocho o diez Falcon. Se acercó el portero y me dijo: 'Los militares, los militares'. Entonces le respondí: 'Fíjese si hay algún dirigente y que se escape. Si vienen a buscar a alguno que se vaya porque no sabemos si lo van a secuestrar" contó el ex vicepresidente del club, Alberto Pérez, muchos años después de aquella visita del militar. Por espacio de algo más de dos décadas Suárez Mason influyó en las principales decisiones del club, se le confirió la condición de socio honorario y presidió su comisión de Patrimonio.

No sería el único represor que pasó por Argentinos Juniors, como en la mayoría de los clubes durante la dictadura. Su cuñado Félix Alejandro el Oso Alais fue el dueño de la empresa de seguridad Fast que custodiaba en aquellos años el complejo deportivo Malvinas. El ex comisario que integró la Triple A murió en prisión el 6 de agosto de 2012 sin recibir condena por los crímenes de lesa humanidad de los que estaba acusado. El 8 de marzo de 1983 lo denunció un par, el oficial inspector de la Policía Federal Rodolfo Peregrino Fernández ante la Comisión Argentina de Derechos Humanos (CADHU) en Madrid. Dijo que era "altamente probable" que hubiera intervenido en el asesinato del diputado nacional Rodolfo Ortega Peña.

El resultado (en idioma original) de aquel Middlesbrough 4, Argentinos 0. (Gentileza Javier Roimiser)

Suárez Mason terminó expulsado de Argentinos Juniors y se le retiró su condición de socio honorario el 7 de abril de 1999, según consta en la página 224 del libro de actas del club. En el padrón figuraba como Guillermo Suárez. Ni siquiera aparecía su primer nombre, Carlos y mucho menos su segundo apellido. Murió a los 81 años en la cárcel de Devoto el 21 de junio de 2005. Pero no recibió condena por ninguno de los 635 crímenes que era investigado. En la cumbre de su poder controló unos sesenta centros clandestinos de detención.

Del pasado en la institución de La Paternal quedan la sombra de su presencia macabra, un asado polémico de despedida que le hicieron algunos nostálgicos, la insólita participación de su hijo en la Copa Kirin de 1980, pero sobre todo el repudio mayoritario de sus socios e hinchas.

En 2013, en la víspera de un 24 de marzo como el de hoy, se descubrió en el estadio Diego Armando Maradona una placa con los nombres y las fotografías de siete detenidos desaparecidos identificados con los colores del club: Américo Jorge Marchetti, Néstor Julio Sanmartino, Gregorio Nachman, Guillermo Moralli, Ernesto "Jaio" Szerszewicz, Héctor Horacio Moreira y el cineasta Raymundo Gleyzer. La Comisión por la Memoria y la Justicia de La Paternal y Villa Mitre y los Hinchas de Argentinos Juniors por la Memoria organizaron el acto. Es un ladrillo más en la construcción de una nueva subjetividad que hace de los clubes un espacio donde se superan las fronteras del deporte, el esparcimiento y la educación. Sus socios no olvidan.

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