El 24 de marzo de 2020, a tres meses de esta nueva etapa, después de 4 años con empresarios en el poder, sabemos que el aliento a ese giro a la derecha que está ocurriendo en buena parte de Nuestra América, como Brasil, el golpe en Bolivia, Venezuela, Chile, responde a una necesidad de intereses que están mucho más allá de la gente y de los estado-nación, intereses que fundamentan su accionar en el negocio y el poder. Creemos que, por un lado, a pesar de los beneficios de los gobiernos populares, si éste no destraba algunas cuestiones estructurales, si no cuestiona los yerros, si no le interesa o no logra superarse, tarde o temprano se desgasta y colabora en crear un clima negativo. No hay capitalismo justo y si existe no tardará en ser salvaje.
El desafío, como decíamos en años anteriores, para los que estamos de este lado, sigue siendo la unión de los que buscamos un mundo antiimperialista, anticapitalista y anti patriarcal. Como dice Alfredo Grande, el primer requisito es el deseo de unión. Una unión programática y conceptual, la que haga falta.
Por último, destacamos los resortes democráticos que el pueblo se encarga de mantener ejercitado, saliendo a la calle, como ante el intento del dos por uno, del “blanqueamiento” de las Fuerzas Armadas, ocultaron la persecución hasta la muerte de Santiago Maldonado, justificaron los tiros por la espalda a un pibe de nueve años, en fin, de muchos de los casos de violación de derechos humanos que no debemos permitir que sigan ocurriendo en democracia. Y valoramos los movimientos de las mujeres anti patriarcales y de los colectivos socios ambientales, que siguen madurando a través de sus luchas, que siguen creciendo, que siguen ampliando sus bases de legitimación. Que subvierten el orden, que proponen nuevas formas de organización y acción.
Hoy nos encuentra aislados socialmente pero unidos en nuestros hogares, que nos sirva para entender que no somos islas que el otro somos todos .
Por un pueblo que pueda repensar su historia para aprender. Un pueblo crítico, atento y participativo que siga gritando cada vez que haga falta, nunca más.
Asociación de Derechos Humanos Cañada de Gómez