Quíntuple campeón mundial de Fórmula 1, Juan Manuel Fangio fue y seguirá siendo uno de los más importantes deportistas no sólo de la Argentina sino a escala mundial. El documental A Life of Speed: The Juan Manuel Fangio Story, que estrenó Netflix este viernes es un recorrido por su vida deportiva antes que una biografía personal. En 90 minutos de duración, se puede conocer al gran corredor, con sus hazañas (como la que le permitió ganar en 1957 el quinto título mundial), como con sus tristezas (la muerte de un colega y los dos accidentes que Fangio tuvo en su trayectoria por las pistas).
Si hay algo que se desprende del audiovisual es eso que en el saber popular se conocer como “la humildad de los grandes”. En una entrevista que funciona como eje del documental, es el propio Fangio el que señala “Hay que tratar de ser el mejor pero nunca creerse que uno es el mejor”. También tenía palabras de reconocimiento para los que trabajan en el “detrás de escena” en las carreras: “Siempre se nombra al que corre, pero nunca a los mecánicos, pero sin ellos no se puede ganar una carrera”. Esa entrevista de 1995 (el año en que murió) y otras se suman al valioso material de archivo tomado del Centro Documentazione Alfa Romeo, Archivo Mercedes Benz, Fundación Museo del Automovilismo Juan Manuel Fangio, National Museum Beaulieu y Archivo Histórico de RTA S.A., entre otros. Ese material incluye testimonios de algunos de campeones mundiales del automovilismo como Fernando Alonso (2005, 2006), Jackie Stewart (1969, 1971, 1973), Alain Prost (1985, 1986, 1989, 1993) y Mika Pauli Häkkinen (1998, 1999).
A esos testimonios se les suman los de otros ex pilotos de Fórmula 1, ex mecánicos, dueños de automotrices e incluso historiadores. Pero el film rodado en Italia, Mónaco, Inglaterra, Suiza y la Argentina, entre otros países, no utiliza exclusivamente el modelo cabeza parlante sino que también recupera imágenes de carreras relatadas, en algunos casos, por argentinos y, en otros, por relatores extranjeros que provocan una sensación de vértigo frente a la pantalla como si se estuviera viendo correr a Fangio en ese momento.
Desde chico, Fangio quería ser mecánico y su primera carrera -como acompañante- la concretó a sus 18 años. En la década del ’40 comenzó con el Turismo Carretera. Contaba que por aquel tiempo no había auxilio en las pistas por lo que llevaba en sus autos piezas que pudieran romperse en el recorrido. Por eso, el auto con el que corría pesaba 1800 kilos. En 1941 ya empezó a ser un nombre conocido, en parte gracias a la carrera Buenos Aires-Lima, que duró varios días. En los años de la Segunda Guerra Mundial se dedicó a comprar camiones para acumular las gomas de las ruedas. Cuando terminó la guerra, vendió los camiones. Y volvió a las pistas en 1947. Con 37 años fue a correr a Europa.
Desde ese momento, el documental traza un recorrido del propio recorrido de Fangio por las pistas mundiales: el Gran Premio de San Remo, Italia (1949), Gran Premio de Inglaterra (1950), Gran Premio de Barcelona (1951), Gran Premio de Montecarlo (1950), Gran Premio de Francia (1954), Gran Premio de Alemania (1954 y 1957), Gran Premio de Argentina (1955), Gran Premio de Francia (1956). En esas carreras se detallan los cinco campeonatos mundiales que conquistó. En total, Fangio participó en 51 carreras mundiales, de las cuales ganó en 24 oportunidades.
Algo que sobresale en el documental es el reconocimiento de otros pilotos, algunos de los cuales no dudan en señalarlo como el mejor de todas las épocas. Hasta un estudio matemático de la Universidad de Sheffield de 2016 determinó desde el punto de vista científico cuál fue el mejor piloto de todos los tiempos. Corresponde al lector “adivinar” quién es el nombre que salió como resultado.
Al principio del documental, hay una pregunta que fácilmente obtiene respuesta: “¿Sabe cuántas personas manejan automóviles en el mundo? Millones. Pero sólo unos cientos compiten. Y de esos cientos, sólo algunos son buenos. Sólo hay tres excepcionales. Y sólo un genio”. El lector sabe de quién se trata. Como dice un entrevistado, Fangio fue un hombre más grande que el mito.