Esta vez, el aislamiento social dispuesto para mitigar el contagio del coronavirus impidió realizar las tradicionales marchas para conmemorar el 44º aniversario del golpe de Estado. “No estamos en las plazas como cada 24 de marzo pero estamos en unidad para salir adelante, levantando la bandera de la solidaridad”, explicaron los organismos en el documento que leyeron referentes de Abuelas de Plaza de Mayo y Madres Línea Fundadora, entre otros. "Este 24 de marzo nos encuentra en nuestras casas. Desde el lugar que sea, la lucha no cesa", advirtieron desde la Asociación Madres de Plaza de Mayo en la transmisión especial que propusieron.
El 44º aniversario del golpe quedará en la historia por el “Pañuelazo” propuesto para sustituir la masiva movilización de cada año. Los miles de pañuelos diseñados artesanalmente no se usaron como en 2017 para repudiar un intento de beneficiar a los represores sino para adornar puertas, ventanas y balcones. La performance impidió la foto imponente de cada marcha, pero no la viralización de infinitas imágenes con los hashtags #PañuelosConMemoria que impulsó la Secretaría de Derechos Humanos y que se replicó en todas las redes sociales.
En el documento los organismos le reclamaron “mayor celeridad” a los tribunales que juzgan represores y le encomendaron al Poder Legislativo discutir “las herramientas legales que permitan esa aceleración”. Exigieron que se retomen las investigaciones sobre las empresas que se beneficiaron con el genocidio, “terminar con el privilegio” del que gozan los condenados en “la cárcel VIP de Campo de Mayo” y derogar el decreto de Mauricio Macri que pretendió erigir una “reserva ambiental” en ese ex centro de tortura y exterminio. También alertaron sobre “los presos y presas víctimas” del law fare instaurado durante el gobierno de Cambiemos y le pidieron a la Corte Suprema de Justicia y a las cámaras federales “no demorarse más” en “reparar” los daños que “muchos de sus integrantes ayudaron a materializar”.
“No se borra la memoria el 24 de marzo porque no haya marcha”, explicó Nora Cortiñas, que esta semana cumplió 90 años. La mesa de organismos que también integran Familiares, H.I.J.O.S. Capital y la APDH difundió un video con el documento consensuado que sólo la Televisión Pública transmitó. Estela de Carlotto advirtió que “la búsqueda de nietas y nietos apropiados es cada vez más urgente”. Se resolvieron 130 casos pero faltan más de 300 y “cada año resulta más difícil encontrarlos y muchas Abuelas se han ido sin poder abrazarlos”. “Necesitamos que todas y todos nos comprometamos a apoyar el difícil proceso de quienes están frente a una duda sobre su identidad y también que quien tenga un dato sobre alguna posible apropiación se anime a decirlo”, imploró.
Lita Boitano, de Familiares, apuntó que se lograron “casi mil condenados en más de 200 juicios” pero también que “el tiempo pasa y el ciclo de la vida va marcando partidas: nuestras y de los genocidas”. “Necesitamos avanzar con mayor celeridad”, leyó. “No conformar tribunales, hacer audiencias con poca frecuencia y duración, no es trabajar para la justicia, es poner al Poder Judicial al servicio de la impunidad”, alertó, y consideró “indispensable la reforma del Poder Judicial”. “La demora es impunidad porque lo que no se juzga hoy no se podrá juzgar mañana”, remarcó.
Bella Epstein de Friszman, de la APDH, señaló que “desde 2015 se duplicó la cantidad de genocidas libres y han aumentado las prisiones domiciliarias”, alertó que “todavía existen casi 90 genocidas en la cárcel vip de Campo de Mayo, mientras hay presos comunes hacinados en cárceles” y pidió "terminar con ese privilegio”, pidió. Celebró la decisión de convertir a Campo de Mayo en un Espacio de Memoria y le pidió al presidente que derogue el decreto de Macri sobre la creación de una “reserva ambiental de la defensa”. “Ese país que tuvimos con Macri benefició a genocidas mientras persiguió y encarceló a militantes y referentes de la oposición”, dijo para introducir el tema del lawfare. Recordó que “la persecución judicial y política" se inició en Jujuy con la detención de Milagro Sala y tuvo “especial saña” con Cristina Kirchner y su familia.
Camilo Juárez, de H.I.J.O.S. Capital, agregó que “las comunidades originarias sufrieron particularmente estos procesos represivos” y retomó el tema de la persecución. “Son muchos los presos y presas víctimas de este accionar que se encuentran encarceladas por razones políticas”, dijo. Recordó la profusión de “causas armadas" y señaló que “la Corte Suprema y las Cámaras federales tienen la responsabilidad de no demorarse más” y “reparar lo que hasta hace muy poco muchos de sus integrantes ayudaron a materializar”.
”Hoy estamos en nuestras casas, pero luchando y reivindicando a las y los 30.000”, cerró Taty Almeida, de Madres Línea Fundadora. “Levantamos los pañuelos blancos”, arengó, y recordó que fueron esos pañuelos “los que reabrieron los juicios, construyeron sitios de memoria, acompañaron las luchas de los trabajadores y resistieron el negacionismo de Macri”.
La Asociación Madres de Plaza de Mayo estrenó la película Todos son mis hijos, un largometraje íntegramente realizado y producido por el organismo que preside Hebe de Bonafini, de acceso libre on line. Además, en una transmisión especial, difundió imágenes inéditas del archivo de las Madres. Esas que representan todos estos años de una lucha que, aunque cambien las formas, sigue siendo una sola: Memoria, Verdad y Justicia.