Unxs 3,6 millones de trabajadorxs independientes y de la economía popular cobrarán en abril el Ingreso Familiar de Emergencia (IFE) que decretó el Gobierno nacional, un pago único no contributivo de 10 mil pesos para trabajadorxs no registradxs, empleadas domésticas y monotributistas de escalas más bajas. Si bien organizaciones sociales y de la economía popular definieron la medida como “un oxígeno”, desde algunos sectores manifestaron que la cifra es escasa y no alcanza a cubrir otros focos de conflicto.

“El anuncio del Gobierno no es la solución, no sólo porque el importe es escaso sino porque los barrios no tienen agua, y se pide que se laven las manos. Los barrios tienen dengue, tienen hambre”, dijo la titular de la Confederación de Trabajadorxs de la Economía Popular (Ctep) y coordinadora del Programa de Promotoras Ambientales, Jackie Flores, a la agencia Télam. La referente feminista pidió también mayor participación de los ministerios de las Mujeres y Diversidades nacional y provincial en la definición de las acciones, "porque no pueden dejar en cuarentena a las mujeres con el violento adentro de la casa", advirtió. “Nuestra lucha es contra todas las violencias, por eso el Ministerio de la Mujer tiene que convocar a una mesa de trabajo. No vamos a permitir que sigan pensando por nosotras.”