El príncipe Carlos de Inglaterra, de 71 años, dio positivo al test de coronavirus que le practicó el servicio de salud pública del Reino Unido. “Estuvo mostrando algunos síntomas leves, pero a excepción de eso, se encuentra en buena salud y estuvo trabajando desde su casa durante los últimos días, como siempre”, informó un comunicado de su vocero, que también detalló que la esposa de Carlos, Camilla, que se encuentra confinada con él en el mismo palacio escocés, en Burnham, también fue testada por el NHS (National Health Service) pero no dio positivo al virus.
“No es posible establecer de quién se contagió el virus, debido a la gran cantidad de compromisos con los que cumplió en su rol público durante las últimas semanas”, informó Clarence House.
Algunos medios especializados en casas monárquicas europeas señalaron que el 10 de marzo, en Londres, Carlos de Inglaterra y Alberto de Mónaco, que hace 4 días dos positivo a coronavirus, compartieron un evento de Wateraid, en el que expusieron sentados a la misma mesa frente a frente.
Por su edad, Carlos forma parte del grupo al que el gobierno británico ordenó permanecer en su casa durante 12 semanas.
Por su parte, la reina Isabel, que desde la semana pasada está confinada en el palacio de Windsor junto con su marido, el príncipe Felipe, y 8 trabajadores a su servicio, “permanece saludable”, informó el palacio de Buckingham.
Según la revista especializada Tatler, “desde que está allí, evitó ver gente, según el protocolo, y se informó que no vio siquiera a sus hijos más jóvenes, Andrés y el príncipe Eduardo, que viven cerca”. La última vez que vio a Carlos, informó por su parte ITV, fue el 12 de marzo.
La noticia del contagio de Carlos sobrevino días después de que se confirmara que Alberto de Mónaco dio positivo, al igual que Carlos de Habsburgo-Lorena, pretendiente a archiduque de Austria, la familia que gobernó ese país durante la peste negra del siglo XVII.