La reactivación del Procrear anunciada por el presidente Mauricio Macri después de la virtual parálisis experimentada durante quince meses resultó en 40 mil inscripciones y 800 mil consultas en las primeras 48 horas. La versión remozada del programa comenzó con la línea Solución Casa Propia que tiene como destino la compra de viviendas nuevas o usadas mientras que el resto de las variantes anunciadas el fin de semana como la que estará destinada a la construcción deberán esperar a una futura convocatoria en abril. En los próximos días, se habilitaría una línea de microcréditos para refacción y ampliación que apuntará a familias de bajos ingresos. En todos los casos el otorgamiento de los créditos hipotecarios no será por sorteo sino por un sistema de scoring. En la Casa Rosada apuestan a que la incorporación del Banco Nación al grupo de bancos públicos y privados que ofrecen los créditos hipotecarios indexados extienda el alcance del programa para la compra de viviendas que el año pasado no arrojó los resultados esperados. Los nuevos créditos están indexados por inflación por lo que resulta imposible conocer el monto final que se terminará pagando.
“Vamos a hacer una priorización desde el punto de vista social para focalizar la ayuda del Estado realmente a aquellos que más lo necesitan”, indicó ayer el ministro de Interior, Obras Públicas y Vivienda, Rogelio Frigerio al referirse a la masiva demanda que obtuvo el relanzamiento del Procrear. La inscripción online para la línea disponible para la compra de nueva viviendas esta abierta hasta el próximo domingo para las familias que cuenten con ingresos entre 16.120 y 32.240 pesos. “Por la compra de una vivienda de un millón de pesos, la cuota mensual será de 2500 pesos, menor que un alquiler, algo que nunca pasó en Argentina”, prometió ayer Frigerio. La segunda parte de la ecuación planteada por el funcionario que despertó el masivo interés representa un limitante para la potencialidad del programa. Para lograr esas atractivas condiciones los interesados -una familia con un ingreso equivalente a 17 mil pesos- deberá contar con un “ahorro” inicial de 100 mil pesos, ser elegidos por el sistema para obtener un subsidio por hasta 400 mil pesos, lograr que el Banco Nación le otorgue un crédito hipotecario por 500 mil pesos a 30 años y, finalmente, encontrar la vivienda que pretende adquirir.
Un grupo de ex funcionarios que trabajó en la implementación del Procrear durante la administración kirchnerista sostiene que la cuota promedio con las nuevas condiciones rondará lo 7000 mil pesos mensuales, un monto similar al que marcaría el programa anterior, pero cuestionan el mecanismo de selección de beneficiarios y advierten que la nueva metodología de indexación por el sistema de UVA impide conocer el monto final que deberán devolver. De acuerdo al esquema planteado por el Gobierno la tasa es fija, entre 4,5 y 7 por ciento, pero al implementarse el sistema UVA para los préstamos el costo total del crédito, incluso en un escenario de inflación a la baja, se actualiza y encarece impidiendo que el beneficiario conozca el monto total a cancelar. Con el esquema anterior las familias de menores ingresos que accedían a créditos terminaban devolviendo un 108 por ciento más mientras que una simulación realizada para el nuevo esquema arroja que se deberá reintegrar un 297,5 por ciento más. Las cuotas son inferiores con el nuevo sistema al principio pero el beneficiario no puede saber cuánto gastará en total ya que el capital a cancelar se irá actualizando con la inflación. Desde la Casa Rosada sostienen que el subsidio ofrecido amortigua y evitará esas situaciones.
“Hay que corregir y relanzar, poniéndole más presupuesto: más de 60.000 millones de pesos destinados a que 12 millones de argentinos que tienen problema de vivienda puedan empezar a resolverlo”, consideró Frigerio al señalar que se relanzó “una herramienta que es buena del Gobierno anterior pero que no estaba bien manejada ni bien asignado el esfuerzo del Estado hacia quienes más lo necesitan”. En concreto, se trata de 25 mil millones de pesos en subsidios que aportará el Estado y el gobierno espera que el Banco Nación otorgue 30.000 millones en créditos que se sumaran a otros 5000 por parte de la banca privada.