Nelson Nahuel Bravo, por prescripción médica, necesita una prótesis biónica para amputación de miembro superior que cuente “con múltiples articulaciones de accionamiento miolectrico y por respuesta gestual”. Se trata de “un sistema quantum con selección de agarre por proximidad a objetos, articulación de codo, baterías y cargador de baterías”.
Lo necesita desde septiembre de 2017 y si continúa la demora, lo que quedó de su brazo derecho puede modificarse en cuando a su sensibilidad, lo que pondría en riesgo la reparación que significa la incorporación de la prótesis.
El brazo ortopédico recomendado debe contar también con “guante cosmético de alta definición” y para aprender a usarlo, tiene que someterse también a un riguroso y costoso entrenamiento a cargo de personal altamente capacitado. El costo total, incluyendo el entrenamiento, supera hoy los 8 millones de pesos.
Sólo el brazo biónico tiene un valor de 7,1 millones, pero la empresa se reserva el derecho de actualizar ese monto teniendo en cuenta la complejidad de la patología del paciente y la concordancia con el equipamiento indicado. La empresa es Ortopedia Alemana, con sede en el microcentro porteño. Los propios dueños de la empresa que debe aportar el dinero fue la que recomendó y aprobó el presupuesto de esa empresa, pero luego “no cumplió con la acordado”, recalcó el abogado Nicolás Schick.