“Se corrigió una medida meramente recaudatoria del Senasa, cuyas funciones son reconocidas por la agroindustria por su profesionalismo y su rol relevante para las exportaciones”, señalaron desde las cámaras cerealeras y aceiteras (Ciara-CEC) en referencia a la derogación de los controles fitosanitarios de principio de año sobre granos y derivados cuando el importador no los requiere. En respuesta a la nota publicada por PáginaI12 el último sábado, desde el sector apuntaron que “hasta ahora existía una medida injusta generalizadora de exigencias de aranceles por trámites que los importadores no requerían”. El gobierno dispuso la eliminación de los controles fitosanitarios a granos y subproductos, tales como harinas y aceites. Según un análisis del Centro de Economía Política Argentina (CEPA), la medida implica una transferencia de ingresos estimada en 120 millones de dólares anuales para el sector agroexportador, entraña riesgos en la trazabilidad del producto y desfinancia al Senasa y al Tesoro. Ciara-CEC argumenta que “los productos elaborados no son un vector de transmisión de plagas cuarentenarias, que es lo que se controla con la intervención fitosanitaria del Senasa en los embarques”, y asegura que igualmente se mantiene el trabajo entre exportadoras y el organismo. Desde la entidad reconocen que la medida mejora el ingreso del productor. Si bien el Senasa es el encargado del seguimiento del producto hasta su venta, desde la cámara de aceiteras y cerealeras aseguran que “la trazabilidad está asegurada por el Ministerio de Agroindustria”. Por último, tal como informó este diario, mantiene el reclamo para que se eliminen “los costos en puerto, por servicios innecesarios que no se requieren en el exterior –de control del Senasa, según detalla el informe del CEPA–, que hacen perder competitividad estructural al país y el de sus exportaciones”.