El publicista Juan Manuel Ferrari, cuyo paradero se desconocía desde hace una semana, cuando había salido de su oficina en el microcentro porteño, llamó a su abogado para decirle que había sido víctima de un robo y se encontraba en Entre Ríos, tras lo cual se presentó en una comisaría de Concordia para acreditar su identidad y demostrar que esta ileso. Ayer por la tarde, el abogado Alejandro Sánchez Kalbermatten se comunicó con el fiscal de la causa, Adrián Pérés, para informarle que su cliente lo había llamado desde Concordia. De acuerdo con fuentes policiales, el abogado contó que Ferrari, en el llamado telefónico, le dijo que cuando estaba en Chacabuco había sido víctima de un robo, y que de la consternación siguió manejando durante días; el sábado, añadió, se habría percatado de que era buscado, y resolvió comunicarse. El lunes de la semana pasada, por la mañana, la novia de Ferrari había presentado una denuncia por su desaparición.
De acuerdo con fuentes judiciales, una vez informado del llamado de Ferrari a su abogado, el fiscal Pérés indicó a Sánchez Kalbermatten que su cliente debía presentarse en la comisaría más cercana para dar cuenta de su versión de lo sucedido, acreditar su identidad y dar constancia de su ubicación.
Horas después, personal de la Delegación Concordia de la Policía Federal Argentina (PFA) contactó al publicista en un hotel ubicado en el ingreso a la ciudad de Federación, unos 63 kilómetros al norte del lugar desde el que había llamado a su abogado. Anoche los investigadores esperaban que Ferrari brindara declaración testimonial.
“Aparentemente sufrió una privación ilegítima de la libertad seguida de robo. No está muy claro todavía si fue un secuestro”, dijo ayer por la tarde Sánchez Kalbermatten, antes de viajar a Entre Ríos. El abogado añadió que Ferrari no había abundado en detalles. “Tenía la voz como cansada. Me dijo que había tenido muchos problemas y lloró por teléfono”, contó. El publicista, agregó, le contó que había pasado “cuatro o cinco controles policiales en la zona de Entre Ríos y que nadie lo detuvo” a pesar de que su camioneta tenía pedido de secuestro.
El último registro del paradero del publicista que tenían los investigadores se remontaba a la tarde del lunes pasado, cuando el paso de Ferrari quedó grabado en los videos de cámaras de seguridad en Chacabuco, luego de que saliera de la casa de su madre, a bordo de la Volkswagen Amarok patente JQC 230 que le había prestado un amigo mecánico. Según declaró la mujer, él se dirigía a Junín.
El lunes de la semana pasada, la novia del publicista denunció su desaparición. Ella lo había visto por última vez a las 9 de la mañana, cuando ella salió rumbo al trabajo y se despidió de él en el departamento que comparten en Puerto Madero. Luego, contó ella, le envió un mensaje a las 11.21, que fue leído pero no contestado; la última conexión de Ferrari a Whastapp fue a las 13.40 de ese mismo día.
En la reconstrucción de los movimientos del publicista, los investigadores establecieron que el lunes pasado Ferrari salió del edificio de Puerto Madero a las 12.34. Luego, pasó por el kiosco de su ex esposa, en Independencia y 9 de Julio, para dejarle dinero. Pero luego Ferrari nunca llegó a su oficina del microcentro, como estaba previsto, ni a su casa, donde debía estar a las 15.30 para encontrarse con un empleado al que había visto a media mañana también en su departamento.