Desde Brasilia
Jair Bolsonaro se negó, una vez más, a presentar su test de coronavirus realizado luego de que veintitrés ministros y asesores dieron positivo. Los rumores sobre su estado de salud volvieron a circular este vienes en Brasilia. Un periodista lo consultó sobre el tema el jueves a la tarde e hizo enojar al excapitán. "¿Para qué querés saber eso? ¿Vos dormís conmigo?" Después subió el tono y dijo que "por el amor de Dios.. yo estoy bien, estoy tranquilo, nunca tuve problemas". Y después de dar un largo rodeo, continuó "mi palabra vale más que un pedazo de papel".
A principios de mes Bolsonaro viajó con una delegación de ministros, asesores y empresarios a Estados Unidos, y el 7 marzo fue recibido por su colega Donald Trump en Florida. Al regresar de la gira, el doce de marzo el mandatario se realizó su primer test. Y cinco días después, el martes 17, se sometió a un segundo análisis, del cual no ha presentado el resultado hasta este viernes. Los diarios Folha y Estado solicitaron formalmente a la Presidencia una copia de esa segunda prueba, la cual no fue entregada.
Pero varios ministros dieron positivo en sus análisis. Entre los infectados está el general Augusto Heleno, del gabinete de Seguridad Institucional, uno de los hombres de consulta permanente del mandatario. El ministro Heleno retornó al Palacio del Planalto esta semana, y participó de una reunción con su jefe, pese a que aún no concluyó la cuarentena.
Para agregar más opacidad al tema, el Hospital de las Fuerzas Armadas de Brasilia, donde se atendió Bolsonaro, divulgó una lista con diecisiete resultados positivos del Covid-19, pero sólo reportó las identidades de quince de los enfermos. La pregunta hoy es si Bolsonaro es uno de los dos nombres omitidos en la lista.
El presidente volvió a hablar con la prensa este viernes por la mañana, cuando reforzó su rechazo a la cuarentena para hacer frente a la pandemia que ya causó la muerte de setenta y ocho brasileos. Su equipo de asesores produjo una publicidad con el sloagn "Brasil no puede parar", incitando a la población a violar el aislamiento decretado por varios gobiernos provinciales, como los de San Pablo, Rio de Janeiro y Brasilia.
Bolsonaro se convirtió en un caso único en el mundo y fue motivo de críticas en medios extranjeros como el semanario conservador británico The Economist, que en su edición de esta semana lo llamó "BolsoNerón". El diario progresista The Guardian, también británico, lo definió como un "incendiario" cada vez más aislado que puede estar caminanto hacia el "fin de su carrera política"