El Parlamento británico aprobó en la noche de ayer el proyecto de ley del “Brexit”, con lo cual la primera ministra británica, Theresa May (foto), tiene allanado el camino para la separación del país de la Unión Europea.
Horas antes, la Cámara de los Comunes había rechazado dos enmiendas del proyecto de ley, lo que ya permitía vislumbrar buenas nuevas para May, quien quiere iniciar a fin de este mes las negociaciones con Bruselas sobre la salida del Reino Unido del bloque.
Las enmiendas rechazadas señalaban que el acuerdo con Bruselas debía someterse a votación del Parlamento y que el Gobierno debía proteger los derechos de los ciudadanos europeos que residen en el país. De esta forma, el proyecto de ley volvió hoy mismo a la Cámara Alta, que dio su aprobación.
May necesitaba que la ley del “Brexit” superara finalmente el obstáculo del Parlamento para poder informar formalmente a la UE sobre la decisión de su país de desprenderse del bloque. Pasado este paso, puede activarse el artículo 50 del Tratado de Lisboa para iniciar con Bruselas las negociaciones sobre la salida, que pueden prolongarse durante dos años.
Según las especulaciones, May podría proceder con esto mañana mismo, pero el matutino británico The Guardian, sin mencionar fuentes, afirmó que la primera ministra esperaría hasta la última semana de marzo para hacerlo.
Un pequeño grupo de personas se concentró cerca del Parlamento durante el debate de este lunes para exigirle al Gobierno que garantice los derechos de residencia de los ciudadanos europeos que se encuentran actualmente viviendo en el Reino Unido.
Antes del voto en la Cámara de los Comunes, los Lores habían accedido a respaldar la ley sin las enmiendas que habían introducido días atrás para proteger los derechos de los comunitarios y otorgar poder al Parlamento para vetar el “Brexit”, enmiendas que luego fueron suprimidas por los Comunes.
La portavoz de la oposición laborista en la Cámara de los Lores, Dianne Hayter, señaló que su formación renunció a alargar la tramitación de la ley una vez que la mayoría conservadora en los Comunes había dejado en claro que “el Gobierno no va a dar su brazo a torcer”. Hayter dijo sin embargo a las personas afectadas por el Brexit que los laboristas “no se están rindiendo” a la hora de defender sus derechos. El escueto texto de la ley, de 137 palabras, quedó listo para recibir la rúbrica de Isabel II, apenas un mes y medio después de haber llegado al Parlamento, el 26 de enero.