Los docentes bonaerenses extendieron el paro, por lo que en la provincia no habrá clases hasta el viernes. Los seis sindicatos que representan a los maestros del distrito resolvieron continuar por otras 24 horas con la medida de fuerza, y reclamaron a la gobernadora María Eugenia Vidal que mejore su oferta salarial, que desde la semana pasada quedó clavada en el 19 por ciento. Además de la convocatoria a la huelga de hoy, adhieren al paro nacional docente de 48 horas, de mañana y el jueves.
Los dos conflictos –el provincial y el originado la decisión de Cambiemos de eliminar la paritaria federal– van de la mano. La intención del Gobierno de saltearse la discusión del piso salarial de los maestros de todo el país sobrecargó las negociaciones provincia por provincia, y en especial la bonaerense, que en estos días se juega como caso testigo.
La negociación salarial en el distrito quedó trabada el viernes, cuando la gobernación ofreció el 19 por ciento más una suma fija de 500 pesos para recomponer lo que los sueldos perdieron por la inflación en 2016.
La propuesta fue rechazada y desde entonces los funcionarios aumentaron la presión para desgastar al conflicto. El menú incluye el descuento de los días de paro, reemplazo con suplentes de los que adhieren a la huelga en las escuelas privadas, inicio de sumarios a los docentes que paren en los colegios del Estado. En este marco, el Ministerio de Trabajo bonaerense dictó una conciliación obligatoria cuya validez cuestionan los gremios, y ayer la provincia convocó a los sindicatos a una reunión para esta tarde, a las 14.30, aunque no destinada tratar el aumento paritario, sino para que acaten la conciliación. La respuesta sindical fue ratificar el paro.
Detrás del plan de lucha están todas las organizaciones docentes de la provincia: AMET, FEB, Sadop, Suteba, UDA y Udocba. El sábado, dos de ellas concurrieron a una reunión con los funcionarios –similar a la que fue convocada para hoy por la conciliación– y se especuló con una ruptura del frente de unidad. Sin embargo, ayer reagruparon fuerzas.
Junto con la nueva jornada de paro, los docentes anunciaron que el jueves harán una movilización en el marco de la huelga nacional.
En la pulseada, los maestros se juegan si van a recuperar lo perdido por la inflación durante el año pasado o si deberán resignarlo. Según sus cálculos, los sueldos del sector se depreciaron cerca de un diez por ciento en 2016. De aceptar la propuesta oficial, la suma fija de 500 pesos para compensar la inflación, repondrían sólo el 2 por ciento de lo que perdieron. La cláusula gatillo para subir los salarios según la inflación que se registre por encima del 19 por ciento es bienvenida, agregan los dirigentes, pero no pueden hacer borrón y cuenta nueva del 2016.
“Es un tema de dinero y si no hay una propuesta con dinero, seguiremos en un conflicto muy profundo”, señaló María Laura Torre. La dirigente, representante del Suteba en la negociación paritaria, insistió en que el gobierno nacional debe intervenir para destrabar el conflicto ya que “la propia gobernadora habla de que su provincia está fundida”.
En cuanto a la conciliación obligatoria, los docentes consideran que sigue vigente la medida cautelar del juez Luis Arias, ya que no fueron notificados de la resolución de la resolución de la Cámara en lo Contencioso Administrativo que suspendió el amparo.
En el resto del país, la mayoría de las provincias siguen en conflicto. Las excepciones son San Luis, donde el gobernador Alberto Rodríguez Saa dio un aumento del 38 por ciento por decreto, y Mendoza, que también por decreto cerró la discusión en un 17 por ciento. En Tucumán y Santiago del Estero hay acuerdos (por el 23 y el 20 por ciento, respectivamente), aunque desde la Ctera, el gremio mayoritario, aclararon que sus sindicatos de base no los firmaron. El secretario de prensa de la organización, Alejo Demichelis, sostuvo por otra parte que el argumento de Cambiemos sobre que ya hay acuerdo en catorce provincias no es real. “Con el techo del 18 por ciento, no hay gremio que pueda acordar”, señaló.
Los cinco sindicatos docentes ratificaron el paro de 48 horas para mañana y pasado, en todo el país. También confirmaron la marcha federal anunciada para la semana siguiente, el 21 y 22 de marzo, en reclamo de que se convoque a la paritaria nacional y contra los topes salariales.
El titular de la Unión de Docentes Argentinos (UDA), Sergio Romero, señaló que el paro afectará a “todos los niveles del sistema educativo”. “Es ante la falta de convocatoria a la paritaria nacional y ante el estancamiento de las negociaciones en la mayoría de las provincias, producto de ofrecimientos que sostienen el salario docente por debajo de la línea de pobreza”, agregó.
La titular de Ctera, Sonia Alesso, reclamó una respuesta de Esteban Bullrich. “Hay un ausente en esta discusión que es el ministro de Educación de la Nación que no contesta, no dice por qué no se convoca a la paritaria nacional como el año pasado, cuando las clases comenzaron con normalidad.”