“Los hospitales como el de Güemes (Joaquín Castellanos) o el Del Milagro tienen insumos mínimos y dejaron dos kits (de protección), cuando deberían haber dejado cuatro”. El secretario gremial de ATE, Víctor Chuquisaca, resumió de esa manera la situación que atraviesan algunos hospitales que la entidad gremial visitó con el fin de corroborar las medidas tomadas para proteger a los trabajadores ante la pandemia del coronavirus Covid-19.
El gerente del Hospital del Milagro, Juan José Esteban, se mostró molesto por la información brindada por Chuquisaca, a quien calificó de “farsante”. Afirmó que el hospital que dirige es “el único que tiene los monos hemófugos, y el mayor costurero de equipos de bioseguridad”, que “ningún hospital lo tiene”.
En el Hospital San Vicente de Paul, de la ciudad de San Ramón de la Nueva Orán (localidad cabecera del departamento Orán), los trabajadores firmaron una nota presentada ante la gerencia para que en 24 horas se brinden los elementos de protección según las normativas nacionales para afrontar la emergencia sanitaria. En el mismo escrito, los trabajadores afirmaron que de no haber respuestas recurrirán "a la ley para un recurso de amparo y se dará conocimiento a los servicios de comunicación y a la comunidad”.
“La situación socio sanitaria ya estaba complicada desde antes en el norte de la provincia y se suma este contexto. Ya la semana pasada había habido una reunión con la gerencia por la falta de equipamiento”, dijo la secretaria general de ATE en Orán, Julia Pizola.
El mayor malestar entre los trabajadores es que no solamente son pocos, sino que además los kits de protección (que constan de un camisolín, guantes, máscara antiparras, traje de protección y cofia), solamente están destinados para profesionales médicos. “Ayer (por el viernes), fue toda una situación de mucha angustia y malestar por parte de otros trabajadores”, contó Pizola este sábado. Sostuvo que la cantidad de kits que se dejaron en el Hospital tampoco van a alcanzar para la totalidad de los médicos.
Orán es el hospital de referencia en el norte. Entre otros puntos, preocupa que por el momento no se haya acondicionado un “espacio de descontaminación” para los trabajadores.
La gremialista aclaró que esta situación no busca ir en contra de la gerencia, sino por las garantías para que los trabajadores puedan protegerse al momento de atender la pandemia.
Precarización que ahonda la crisis
Uno de los problemas de arrastre en el sector salud es la precarización de los trabajadores, que se agudizó tras la firma del Pacto Fiscal del gobierno de Juan Manuel Urtubey con el gobierno macrista.
Con la crisis sociosanitaria también se expuso una condición que genera desigualdad entre los trabajadores. Por ejemplo, un empleado de planta que se desempeña en el sector de servicios generales está cobrando entre $25 mil y $30 mil, cuando uno contratado (precarizado), solo cobra $9 mil, según el detalle que brindó Chuquisaca a Salta/12. A ello se suma la falta de pago de aguinaldo o vacaciones en el caso de los contratados.
“Si bien en las negociaciones se acordó el pase a planta permanente de los compañeros, entendemos que es oportuno que el gobernador (Gustavo Sáenz), adelante este pase y que sea un incentivo para los trabajadores contratados”, indicó el gremialista. Ello en tanto, a los contratados “se les exige lo mismo e incluso más que a uno de planta”.
Además de la precarización, Pizola agregó que en Orán otro problema que se aproxima es el retiro de sus compañeros mayores de 60 años que están entre los grupos considerados de riesgo por tener enfermedades de base. “Solo en la guardia de 50 se van a retirar 10”, manifestó. La preocupación es de dónde saldrán los reemplazantes de estos trabajadores en un problema que, estimó, se extenderá en todos los centros sanitarios de la provincia.