Diego Schwartzman, el mejor tenista argentino de la actualidad, cumple su tercera semana de cuarentena y aprovecha el tiempo en casa para hacer yoga, elongación y entrenamiento físico. Acompañado de su familia y su pareja, el "Peque" charló con Página/12 y pidió solidaridad para que los que peor la pasan también puedan respetar el aislamiento.
-¿Cómo es la rutina de un deportista de elite en cuarentena?
- La verdad, es difícil. Trato de armarme una rutina porque desde muy chico la tengo. Obviamente que el tenis se trata mucho de viajar y quizás no tener horarios fijos como los tiene mucha gente. Tenemos mucha rutina, mucho plan de trabajo armados para cada semana, para cada día, así que trato de trasladarlo a lo que está pasando ahora. Cuando me levanto me tomo unos mates, un café, y la mañana más que nada es libre para leer un poco y armarme un buen desayuno que es casi como un almuerzo. Porque suelo tener menos hambre cuando hago menos actividad. Después hago yoga y elongación a lo largo del día y todas las tardes cumplo la rutina que me manda mi preparador físico. Cada jornada me manda planes nuevos. Acá en casa por suerte tengo prácticamente todo equipado como para poder entrenarme.
-¿Con quién estás acompañado?
-Estoy con mi hermano, con mi novia y con mis papás, que desde que anunciaron que el jueves a las 12 de la noche iba a comenzar la cuarentena obligatoria se vinieron para mi casa, así por lo menos la pasábamos en familia.
- El 20 de marzo publicaste un tweet que decía “¿Dónde está la cuarentena? Lleno de autos en la calle, gente caminando como si nada. ¿Vamos a entender alguna vez las reglas y ser solidarios cuando nos piden algo? Ojalá nos demos cuenta ahora y no sea tarde”, junto con imágenes donde se mostraba muchísima circulación de autos. ¿Te parece que cambió la situación desde que publicaste ese descargo?
- Sí, fue un video que me mandaron y lo hice más que nada para mostrar que hay mucha gente que no le importa o no se da cuenta la gravedad de lo que está pasando. Mientras, hay otros que sí la estamos cumpliendo. Personalmente hace casi tres semanas, porque había vuelto de Estados Unidos y cumplí los 14 días de cuarentena total para los que venían de viaje y a eso le sumo los demás días de lo anunciado para todo el país. Me parece que es un momento para ser solidarios entre todos. Entiendo que hay mucha gente a la que le cuesta mucho este aislamiento, que no tiene las formas ni la economía para poder estar en su casa sin trabajar y sin recibir la plata por las tareas que cumplen. Por ese lado creo que hay que actuar también para que puedan estar tranquilos en su casa y no tengan la necesidad de salir en este momento en el que tanto se necesita que no lo hagan.
-El 18 de marzo la ATP informó que la actividad tenística volvería el 7 de junio. ¿Lo ves posible?
- No, yo no creo que sea el 7 de junio. Seguramente dentro de poco anuncien que se seguirá alargando el parate. Está muy difícil porque es un deporte que cada semana se juega en un país distinto y, los países van tomando medidas similares y a la vez distintas. Esto dificulta la posibilidad de programar un calendario porque no sabés cómo estará cada zona en junio, julio o agosto. Veo muy complicado el panorama.
-La suspensión de la actividad llegó cuando ocupabas el puesto 13° del ranking, cerca de tu mejor ubicación (en 2018 había quedado 11°). ¿Pensás en eso o todo queda en un segundo plano por lo que está pasando?
- Sí, estaba en un momento bueno. Había tenido un buen arranque de año y buen final de año anterior. Venía con confianza. Había hecho una pretemporada corta pero positiva, aunque lamentablemente me lesioné en Buenos Aires cuando tenía muchas chances de volver a jugar la final como el año anterior (terminó lesionado tras vencer a Pablo Cuevas en cuartos de final del ATP de Buenos Aires y no pudo jugar la semifinal). Fue una pena lo que pasó y al poquito tiempo cuando ya estaba por volver al circuito en Indian Wells, de hecho cuando estaba yendo para allá, fue la cancelación del primer torneo y luego todo lo demás. La verdad es que no me pongo a pensar mucho en eso porque todos los tenistas del mundo vamos a tener tiempo para volver a entrenarnos y volver a ponernos en forma.
-La última serie contra Colombia no integró el equipo de Copa Davis y fue derrota del conjunto argentino. Ahora habrá que jugar por la permanencia, con Bielorrusia en septiembre…
-Sí, fue una pena, lo viví por tele y estuve en permanente contacto con el equipo y con los capitanes para ver cómo estaban y cómo venían entrenando. De hecho después de la serie me los encontré en la escala en Bogotá yendo a Indian Wells. Se dio así las circunstancias. Tristemente no pude participar por la lesión que tuve en Buenos Aires y deseo estar sano para estar en el repechaje. Obviamente que mi idea siempre es jugar la Copa Davis y, como lo dije, la única razón por la que no estaría sería por algún motivo personal importante o por alguna lesión. En este caso fue lo físico que me impidió estar en Colombia. Igual somos conscientes de que tenemos muchos jugadores capacitados y de que nos tocó una parada muy difícil en la altura, con pelotas pinchadas que es complejo de explicar. Por eso se hizo tan complicado.
- ¿Y te gusta el nuevo formato de la Davis?
- Sí, el nuevo formato me gusta. Tiene que tener sus correcciones, pero que el calendario se pueda acortar de alguna forma, con menos semanas, con competencias más fluidas por mi lado lo veo bien. Obviamente que tiene que tener algunas modificaciones que seguramente con el tiempo se harán.
- ¿Ingresar al top ten es una cuenta pendiente, un desafío o un sueño?
- Es un desafío más que una cuenta pendiente. Nunca me lo había puesto en la cabeza y todo se fue dando para bien. Me fui manteniendo en un nivel muy bueno, en un ranking alto y hoy por hoy lo tengo como un desafío. Sería dar un gran paso más, un buen salto de calidad de todo a nivel tenis y ojalá lo pueda lograr. Es algo lindo que tengo por delante.