El precio de la carne subió hasta 12 por ciento durante las tres primeras semanas de marzo, con respecto a febrero, y desde el lunes pasado se mantuvo. El mes anterior ya había subido otro 6 por ciento por la recomposición del valor de la hacienda en pie. Un kilo de milanesa está alrededor de 460 pesos, el del asado en 350 pesos y el de roast beef 370 pesos, según el barrio y la carnicería. “Tendrían que empezar a bajar porque hay más oferta por menos exportaciones, y los costos de combustibles y tarifas se mantuvieron”, dijo a PáginaI12 Alberto Williams, de la Asociación de Propietarios de Carnicerías. Sin embargo, desde la cadena de comercialización anticipan que podría incrementarse un 7 por ciento más por un conflicto entre los frigoríficos y las curtiembres. “Hay carnicerías del conurbano que cierran porque no venden con los precios tan altos, que arreglen ese problema y le den un respiro al consumidor”, agregó Williams.
La industria frigorífica asegura que desde la semana pasada las curtiembres dejaron de retirar los cueros de las industrias. Esto deriva en un problema sanitario, dado que el cuero se convierte rápidamente en un desperdicio biológico tóxico y puede afectar la producción. A través de un comunicado, la Cámara de la Industria Frigorífica alertó que podría llevar al desabastecimiento: “Las plantas faenadoras estuvieron en emergencia operativa y al borde de la paralización por falta de destino de los cueros procedentes de la faena. Sin poder usar las cámaras de frío para su conservación, por razones sanitarias, la generación adicional de cueros derivó en un problema operativo grave”.
Por el conflicto intervino Senasa, que le pidió a las curtiembres retirar los cueros por cómo afecta “la provisión de alimentos cárnicos”. En una carta, Carlos Paz, titular del Senasa, pidió al sector de las curtiembres que “garanticen la sanidad e inocuidad de los alimentos”, en una actividad considerada esencial. A raíz de esta intervención, los frigoríficos afirman que las curtiembres retomaron este lunes el retiro del cuero. Sin embargo, aseguran que hace algunos meses les pagaban hasta 3 dólares el kilo, las últimas semanas bajó a 70 centavos de dólar y actualmente no lo pagan, e incluso en algunos casos son los frigoríficos los que pagan el costo del flete.
“Se llevan a valor cero un producto que tiene valor internacional, por lo que perdemos 200 dólares por cuero. Dejar de percibir el ingreso, que implica parte del recupero, y tener que pagar el flete, hace que aumenten nuestros costos. En conjunto con las lluvias de las últimas 4 semanas hay menor oferta, por lo que las pérdidas se pueden trasladar a las carnicerías", afirmó a PáginaI12 Miguel Schiariti, presidente de la Cámara de Industria y Comercio de Carnes y Derivados (Ciccra).
“Fue pura especulación”, dijo a este diario Leonardo Rafael, titular de la Cámara de Matarifes y Abastecedores (Camya). “Lo que el frigorífico no vende lo traslada al costo del servicio de faena, por lo que al carnicero le puede empezar a llegar todo 7 por ciento más caro”, anticipó Rafael. En este sentido, desde los frigoríficos y los matarifes le solicitan al Gobierno poder tener cupo para exportar el cuero. “No hay manera de tirarlo, estás en manos de la cartelización”, agregó.
En tanto, Walter Correa, de la Federación de Trabajadores del Cuero, aseguró que efectivamente las curtiembres no lo retiraban de los frigoríficos. “En algunos casos es porque no tenían sal para salar, pero también porque todas las empresas están desarticuladas, una sala, otra cierra, otra hace el proceso industrial, no hay un criterio unificado”, dijo a este diario. El jueves pasado emitieron un comunicado en el que manifestaban que los trabajadores del cuero estaban dispuestos a trabajar y son ajenos a la decisión de recibir o no la materia prima. “Esto afecta a los pequeños frigoríficos, a los que faenan localmente, por lo que al no tener lugar físico puede que suba la carne por eso”, opinó Correa. Sin embargo, agregó: “También es cierto que la interna en el sector cárnico y el del cuero siempre existió, porque todos quieren sumarse al negocio de la exportación del cuero”.