La actriz y cantante Donna Caroll murió en la madrugada del martes. Hacía dos semanas que estaba internada en el Sanatorio Güemes de Buenos Aires, donde el viernes había tenido un paro cardíaco. Tenía 80 años y era una artista de larga trayectoria, querida por el público y respetada por sus pares. “El cielo está llorando. Se fue de gira mi mamá, Donna Caroll, la peleó hasta el final. Ya está cantando con los ángeles”, escribió en su facebook Marisa Ini, hija de la cantante.
Caroll nació en Buenos Aires en 1939, con el nombre de Linda René Abadi. Se casó muy joven, según un arreglo de sus padres, con un hombre que no la dejaba cantar. Se separó y volvió a nacer, cantante y porteña, a mediados de los ’60.
“Una cantante internacional”, se definía a sí misma Donna Caroll, que desde los fundamentos del jazz supo forjar un estilo personal, hecho de diversidades. Su carrera comenzó en Canal 11. Enseguida fue la voz de un muy difundido jingle de vermut Gancia y llegó a participar de programas como Casino y Warren Club. Con la notoriedad, en 1966 llegó el primer disco, Sol de medianoche, con arreglos de Jorge López Ruiz y Baby López Furst, y un repertorio de jazz y bossa nova. El disco tomó el nombre del tema de Lionel Hampton, que Donna hizo en portugués. A lo largo de más de cincuenta años de carrera, cantó en castellano, inglés, francés, italiano y portugués, y grabó discos también en Puerto Rico, España y Francia. Protagonizó además especiales televisivos para la BBC de Londres y la RAI de Italia, y trabajó en musicales como El beso de la mujer araña y Las ridículas preciosas.
En 1978 participó en el disco Un hombre de Buenos Aires, obra conceptual de Jorge López Ruiz, de la que formaron parte además Dino Saluzzi, Antonio Agri y Andrés Boiarsky, entre otros. Antes, en 1973, a instancias del inagotable editor Jorge Álvarez, grabó lo que por su rareza constituye su trabajo más recordado: Donna Caroll, con la colaboración de La Pesada del Rock and Roll y músicos como Billy Bond y Alejandro Medina, más temas de Spinetta, Porchetto, Yupanqui, Piazzolla, Gardel y Veloso. Los arreglos eran de Oscar López Ruiz, desde 1966 marido de la cantante y compañero inseparable en numerosas aventuras musicales.
Caroll y quien fuera durante muchos años guitarrista del quinteto de Astor Piazzolla, produjeron numerosos espectáculos conjuntos. En 2008 presentaron Sinatra Op. 2: A nuestra manera, dos años después Donna de película, un recorrido por recordadas columnas sonoras del cine. También hicieron juntos durante varias temporadas Té para dos, un programa por Radio Nacional Clásica, en el que, fieles a sus estilos, presentaban músicas de las más variadas.