¿Qué podría vincular íntimamente a Eva Duarte con quien fuera no sólo su modisto personal sino su amigo y confidente Paco Jamandreu? “No sé decir si Paquito amó a Evita; lo que estoy seguro es que quiso ser Evita”, señaló Fernando Noy. Tal vez lo que subyace en esa apreciación sea algo que Paquito vislumbró antes de que muchos otros: la mujer que fue Eva Duarte atravesará tantos procesos históricos que superará el mito hasta convertirse en una fuente inagotable de inspiración sobre la libertad de inventarse a sí mismo para dejar atrás infancias postergadas y humillaciones.
Aun cuando en vida no se pronunció nunca sobre las diversidades sexuales fuera de la heteronormatividad y en sus escritos autobiográficos fue crítica y enemiga de los feminismos y retractora del rol subalterno en relación con el hombre, “esas limitaciones no impidieron que Evita se convirtiese en un poderoso icono gay, lésbico, travesti y trans”, afirma Adrián Melo en su libro de ensayos Paco y Eva: erotismo, política y diversidades sexuales en la literatura autobiográfica peronista.
Y agrega que Paco, uno de los mejores vestuaristas en el momento de oro de producción del cine argentino, como hombre gay reivindicó su identidad homosexual y escribió, al contrario de Eva, en registro autobiográfico, un gozoso relato que describe relaciones amorosas plenas de libertad y desborde sexual. En su libro de memorias plantea ideas de comunidades y familias alternativas al modelo heteronormativo y patriarcal. Se constituyó de esa manera, quizá sin quererlo y sin tener la trascendencia política cultural de Eva, en figura pionera de la visibilidad homosexual en la Argentina.
Revelador y riguroso en sus análisis, Adrián Melo parte de la lógica conceptual de Plutarco con sus vidas paralelas y propone analizar “la manera en que tanto Evita como Paquito construyeron ideas sobre el género y sobre las diversidades sexuales a partir de sus escritos autobiográficos. Cabe reiterar la importancia de la figura de Evita, la cual no tiene parangón como mujer y como mujer política. Pero no es eso lo que está en discusión en este ensayo sino la manera en que ella escribió sobre el rol de la mujer y desde una perspectiva de género y las contribuciones que, tanto Eva como Paco, hicieron al respecto. Por eso el corpus principal del libro está centrado en La razón de mi vida (1951) y Mi mensaje (1952) de Eva Perón y la La cabeza contra el suelo (1975) y Evita fuera del balcón (1981) de Paco Jamandreu analizando en estos textos la manera en que proponen formas diferentes de vivir el género, el amor, el erotismo y la sexualidad”.
A modo introductorio, Adrián Melo finalmente señala que a partir de esos textos y en relación con aspectos biográficos de Eva y Paco se propondrá descifrar algunos motivos por los cuales ambas figuras fascinaron por igual a las sexualidades diferentes a las instituidas por la heteronormatividad. “En este sentido, el libro entrará en relación con algunos relatos y poemas de gays y lesbianas que escribieron sobre Eva”. Entre poemas de María Elena Walsh, una obra teatral de Copi, los poemas y cuentos de Néstor Perlongher, se irá construyendo entre muchas otras citas narrativas diversos modos de la construcción imaginaria sobre la vida de Evita, como afirma Juan José Sebreli en el apartado titulado La tradición literaria gay. Mucha mujer o Evita es hombre, donde el autor de Eva Perón, ¿ aventurera o militante?, escrito a mediados de los 70, afirma: “Convertida en uno de los tabúes más inquietantes y peligrosos de nuestro folklore político, tiene la significación ambivalente de todo tabú; del sacer de los romanos, que significa sagrado, santificado, consagrado, y a la vez abyecto, execrable, impuro. Ella es la musa, la diosa madre y a la vez la mujer demonio, la mandrágora, la mantis religiosa”.
Dividido en cinco capítulos, Paco y Eva parte de La injuria y la huída a la ciudad donde se manifiestan los paralelismos de ambos en relación a la necesidad de irse para siempre de un clima pueblerino hostil donde fueron victimas de discriminación y todo tipo de humillaciones públicas por ser una pobre e hija ilegítima y el otro puto y afeminado. “Injuria y huída a la ciudad son dos categorías que utiliza Didier Eribon para analizar las vidas gays, lesbianas y travestis en su clásico estudio Reflexiones sobre la cuestión gay y por ello resultan oportunas para pensar aspectos comunes que expliquen la identificación y la fascinación de las diversidades sexuales por la figura de Eva Perón”.
En El amor y los amores pasajeros, segundo capítulo, hay un profundo y lúcido trabajo en relación al lenguaje y los géneros discursivos, el melodramático, el discurso peronista y “la historia de amor digna de radioteatro que Evita vivió con Juan Perón”. Hay por otra parte escenas memorables, sobre todo en el tercer capítulo donde a partir de los textos de Jamandreu se reconstruye el primer encuentro con Eva y la impresión que le generó ver a Perón por primera vez en una situación doméstica. Y sobre todo un pedido que le hace Perón: “Eva se muere. Aunque no te hemos visto últimamente te recordamos con mucho cariño. Lo que te voy a pedir es muy importante para mí: quiero hacerle creer a Eva que preparamos un largo viaje y que vos le estás diseñando ya la ropa”.
Textos de Grombrowicz analizados desde la perspectiva de un pionero que supo dar cuenta en pasajes de TransAtlántico y Diario Argentino del peronismoo, “al iluminar literariamente a los jóvenes de cabellera negra” se enfrentan con su opuesto narrado en "La fiesta del Monstruo" por Borges y Bioy Casares “con sus multitudes de seres abyectos, pies planos, basura genética a la que se recoge en un camión y se la arroja a Plaza de Mayo” para luego ir a ese fascinante cuento, "La narración de la historia" de Carlos Correas, considerado el primer cuento gay argentino.
En el último capítulo, Adrián Melo realiza una lectura cruzada y fascinante sobre el poder de la ficción para la construcción de la identidad nacional con la novela Amalia de José Mármol. El libro cierra con una reflexión que le da una dimensión social a la literatura, necesaria y urgente. “Por un país sin violencia institucional ni religiosa. Basta de crímenes de odio”.