El ex presidente Lula Da Silva negó rotundamente haber participado en una conspiración para asegurar el silencio de Nestor Cervero, ex director de Petrobras y aseguró que es víctima de una “masacre judicial y mediática", en la primera declaración ante la Justicia por la causa que investiga el Lava Jato.
Lula declaró ante el juez de Brasilia Ricardo Leite, quien aceptó una denuncia de la fiscalía que sostiene que el ex mandatario pudo haber participado de una trama para ayudar a Cervero, un corrupto confeso que aún tiene prisión domiciliaria. La imputación se basa en la declaración del senador del Partido de los Trabajadores Delcidio Amaral, quien confesó sus negocios con Cervero y nombró a Lula dentro de la causa que se le imputa por obstrucción a la justicia. “Creo que alguien está instando a que me culpen por algo que yo no hice”, señaló Lula momentos después de declarar.
En su presentación ante Leite, afirmó que no conocía a Cervero y que lo vio sólo en reuniones institucionales. "Ellos tenían relación desde antes de mi gobierno", señaló Lula, quien afirmó que respalda la operación Lava Jato pero "siempre que vaya al fondo de la corrupción, sin execrar a las personas".
Sobre él pesan otras denuncias dentro de la misma trama que investiga Sergio Moro, quien está empeñado, con otros miembros de la oposición, en instalar que Lula lideró una “red de corrupción”, y entorpecer así la candidatura del líder del PT en las próximas elecciones.
“Quiero pruebas, alguien que me diga el delito que cometí; tengo 71 años y me cansé de ver las instituciones devaluadas; el ministerio público ni existía cuando llegué al poder y lo revitalizamos sin pedirles nunca un favor personal", destacó Lula, quien deberá declarar también por esta otra denuncia el 3 de mayo.