Alexander Soto, miembro de la comunidad guaraní Zanja Honda, en jurisdicción de la ciudad de Tartagal, emprendió la elaboración de máscaras de protección facial con impresoras 3D para prevenir el contagio del virus Covid-19. El joven de 21 años decidió buscar apoyo y sumó al proyecto a su antigua escuela técnica y a la Municipalidad de Tartagal. Preparan una entrega para todo el personal del Hospital Juan Domingo Perón.
“Todo empezó mediante Facebook. Vi que estaban imprimiendo en otros países y empecé a hacerlo”, contó Alexander Soto a Salta/12. De inmediato se contactó con profesores de su antigua Escuela Técnica OEA 3109 para pedir ayuda: “Hablé con ellos para ver si podía ayudar”.
Uno de los profesores es Armando Villagra, quien con otros docentes, tramitó el permiso para usar las impresoras 3D del establecimiento. Soto tenía una y el colegio, otras tres más.
Las máscaras “proporcionan un poco más de seguridad” porque “protegen toda la parte del rostro”, dijo el joven. La transmisión del virus Covid-19 se produce a través del contacto con la cara, por estornudos, o fluidos que ingresan por los ojos.
Soto probó primero con la máquina que tenía en su casa. Luego compartió la idea y con las impresoras del colegio ya lograron donar 20 máscaras al municipio.
Ante la iniciativa colectiva que se iba gestando, se añadió la participación del municipio de Tartagal. El secretario de Gobierno y Acción Ciudadana, Santiago Vargas, decidió colaborar con el material para las máscaras.
“Fuimos trabajando en paralelo”, dijo Vargas, quien contó que se sumaron un grupo de seis jóvenes que se hacen llamar los “maker”. “Nosotros hicimos el nexo. Creamos el grupo y empezamos a pasar los diseños para saber cuál era el mejor. Pusimos un lugar de reunión y ellos empezaron la producción con material propio”, relató el funcionario.
Además, contó que recolectaron $10 mil de donaciones de funcionarios para comprar 10 kilos del hilo de plástico especial utilizado en la producción.
Soto añadió que la compra se tiene que hacer mediante Mercado Libre “porque aquí no hay quien nos venda”. “Yo por mi parte me estaba quedando sin recurso y la escuela me dio un kilo. Ahora estaba tratando de hacer el pedido de plástico”, contó.
Cada máscara se elabora en un tiempo que ronda las dos o tres horas. Y de cada kilo de plástico se estima una producción de 25 a 30 máscaras.
El secretario de Gobierno manifestó que están emprendiendo la elaboración de 800 máscaras para entregar al hospital público de Tartagal. Allí, la planta es de 400 trabajadores y apelan a “tener una para cada empleado y una de repuesto. Creemos que en una semana y media podremos tener el total”, dijo Vargas.
Soto dijo que pensó que “alguien más" había hecho antes algo así, pero se dio con que es el primero en la zona. "Había visto que estaban haciendo en otros departamentos y por eso me puse a hacer”, expresó. Las máscaras también se están produciendo en las localidades de Aguaray, Orán y Metán.