En un marco distinto al habitual, con el recinto semi vacío, el gobernador Gustavo Sáenz dejó inaugurado el 122° período legislativo, con un discurso en el que hizo hincapié en la herencia recibida y los anhelos de mejorar, pero prácticamente sin poder exponer los planes a futuro y limitándose a acciones atadas por la coyuntura de la pandemia del coronavirus.
Esta apertura quedará en la historia por ser la primera vez que los legisladores no estuvieron presentes, sino que el quórum se dio virtualmente mediante una plataforma web. Solamente acompañaron al gobernador, los presidentes de ambas cámaras, Antonio Marocco y Esteban Amat, secretarios legislativos y algunos empleados indispensables para poder llevar adelante la sesión.
La excepción fue el senador capitalino Guillermo Durand Cornejo, que haciendo caso omiso a las recomendaciones se presentó en la Legislatura con el agravante de un viaje reciente a Colombia, lo que generó inquietud entre los presentes, que evitaban pasar cerca del legislador.
Es el coronavirus
En la primera parte del discurso Sáenz dejó en claro que la emergencia de la pandemia es el eje ordenador de las políticas públicas: “No hay memoria de una situación sanitaria tan alarmante y ello nos obliga a replantear permanentemente nuestras decisiones y planes. Todas las previsiones realizadas han cambiado por esta situación sanitaria absolutamente excepcional”.
En ese marco agradeció a los que trabajan directamente en la situación actual y a los que lo hicieron en la crisis alimentaria del norte provincial, como personal de salud y seguridad. También extendió su gratitud a “la manera en que la mayoría de los salteños estamos haciendo frente a esta pandemia global que llegó a nuestra tierra”.
Tras asegurar que no descansará hasta superar las adversidades, Sáenz parafraseó sin nombrarlo a Néstor Kirchner en su discurso inaugural, al señalar que “no dejé mis convicciones olvidadas en algún rincón”, y advirtió que no quería “que este mensaje sea una sucesión de frases hechas y palabras agradables”, tras lo cual expresó: “Les hablo desde el corazón y desde el enorme amor que le tengo a nuestra Tierra y que sé que también ustedes tienen”.
Después insistió en el concepto de la “Salta real en la que vivimos y no de una imaginaria”, en lo que puede interpretarse un pase de facturas a su antecesor Juan Manuel Urtubey, que culminó su mandato asegurando que dejaba una provincia ordenada económica y socialmente con los índices de desnutrición y mortalidad infantil más bajos de las últimas décadas.
“Cuando comenzaron a llegar las noticias de los lamentables fallecimientos de nuestros hermanos, pobres de toda pobreza, desnutridos y vulnerables, dije con toda crudeza, pero también con toda sinceridad, que somos una provincia pobre. Las cosas hay que decirlas como son”, repitió.
De todos modos, después expresó que “no se puede mirar el futuro con los ojos en la nuca”, aunque en el resto del mensaje volvió a referirse al mal estado de la provincia cuando asumió. “Evaluamos los errores pasados para no cometerlos pero nuestra meta es el hoy y el mañana y no pretendo que lo construyamos en soledad, sino desde y con todos los sectores sociales, académicos, económicos y políticos”.
Está todo en la web
Otro aspecto recurrente del mensaje del gobernador fueron las referencias a acciones nacionales que se aplican en la provincia. “Agradezco la predisposición permanente del presidente Alberto Fernández y de todo su gabinete para acudir con su capacidad de asistencia, no sólo desde las intenciones sino en presencia en el territorio”.
En cuanto al diagnóstico y plan de gobierno de cada área Sáenz, dijo que no lo iba a puntualizar en el mensaje, pero que “está a disposición de cada uno de ustedes y de los ciudadanos en la página web oficial del Gobierno de Salta, área por área, para su conocimiento”.
Déficit e incertidumbre por el presupuesto
“Nuestra provincia cerró el ejercicio 2019 con un déficit de más de $ 1.144 millones. Actualmente nos encontramos con una ley de prórroga de presupuesto, ya que Nación aún no aprobó el suyo. Destaco esto porque el 80% de nuestros recursos son de origen nacional”, señaló el gobernador subrayando un dato alarmante.
“La Nación se encuentra en proceso de renegociación de su deuda, y de ella podrá estimar los recursos destinados al presupuesto de este año. Estamos entonces sin un presupuesto provincial, con una caída real de recursos, atravesando una crisis por la pandemia y en emergencia sociosanitaria”, continuó describiendo un panorama poco alentador y reiteró la imposibilidad de planificación: “El carácter excepcional de la situación que atravesamos obliga a repensar continuamente los planes y proyectos”.
Algunos datos
Durante el resto del mensaje el gobernador aportó algunos datos y logros de gestión en las principales áreas.
“Una buena experiencia en este corto tiempo de gobierno, es el consorcio de obras públicas del norte provincial, espacio en el que interactúan el Gobierno y nueve municipios de los departamentos San Martín y Orán”, dijo, y adelantó que se replicará en otras regiones.
“Se relevaron entre niños y niñas más de mil desnutridos extremos y más de 10 mil en riesgo nutricional, sobre todo entre la población perteneciente a la etnia wichí, con condiciones de alta vulnerabilidad, con dificultad de acceso al agua segura”, indicó, poniendo al descubierto una vez más la grave situación que se vive en el norte provincial.
En cuanto a educación señaló que “hoy, la realidad es que uno de cada dos alumnos no termina la escuela secundaria; uno de cada diez repite el año; cuatro de cada diez tiene sobre-edad”. Además habló del estado deficiente de los edificios escolares, pero “pero nuestra realidad económica marca los límites que tenemos, por eso debemos ser muy eficientes y desde el criterio de equidad, fijar las prioridades en obras de infraestructura escolar y otras necesidades en nuestro presupuesto 2020”.
Aquí también destacó la firma de un convenio con el Ministerio de Desarrollo Social de Nación que destinó 1.500 personas, que son parte de planes de empleo, a realizar reparaciones menores de los establecimientos.
“Trabajaremos para que en el presupuesto nacional, se respete la ley que fija un 6% del PBI al sistema educativo y para que las provincias con mayores situaciones de pobreza recibamos más recursos para cubrir esas asimetrías” adelantó.
Con respecto al área productiva, reconoció que “hoy nuestra gente se ve obligada a emigrar porque no hay generación de trabajo digno en el interior provincial y en la misma capital”, por lo que ensayó una especie de punteo de lo que se debe hacer para reactivar la economía: “reglas claras, obras de infraestructura productiva, el acceso al crédito y ventajas impositivas, la promoción de inversiones, la conformación de cadenas de valor y sumar valor agregado a nuestra producción”.
Y resaltó al turismo como uno de las áreas que deberá recibir mayor ayuda una vez que pase la emergencia del coronavirus.
Mala salud
“Antes de esta pandemia, sabíamos que había mucho para hacer para superar datos e indicadores difíciles y que además muestran diferencias importantes entre la Capital y el Interior. Altas tasas de mortalidad infantil, un esquema de Centros de Salud que es precario con relación a las necesidades, con falta de equipamiento y de suficiente personal. En los hospitales del interior la carencia se agudiza y nos faltan especialistas en áreas esenciales”, arrancó su descripción Gustavo Sáenz respecto del área de la Salud Pública, a la que más tuvo que considerar en estos cuatro meses de gobierno.
“Las demandas han crecido y la infraestructura no ha acompañado ese crecimiento. El esfuerzo que se está realizando actualmente para afrontar la pandemia destaca el gran nivel de los actores de la Salud, pero ser realistas implica aceptar un diagnóstico que nos indica que hay muchísimo por hacer”, insistió el mandatario.
Reforma constitucional
A nivel legislativo hubo dos anuncios de Sáenz, la reforma constitucional, que busca acotar principalmente los mandatos del Ejecutivo y Legislativo, y la habilitación de la reforma de todas las cartas orgánicas de aquellos municipios que hayan manifestado la necesidad de hacerlo.
“Si me preguntan que quiero ¿por qué lucho? Les diría que por tener una Salta distinta, con las mismas oportunidades para todos, por hacer posible los sueños y las esperanzas perdidas. Sabemos que podemos lograrlo”, arrancó Sáenz con el último fragmento de su discurso, que concluyó a los gritos, en tono “modo campaña” (en el que demostró ser muy hábil), que lo sacó de la monotonía del resto del mensaje, y lo llevó al borde de las lágrimas citando, como recurrentemente lo hace, anécdotas con sus padres, pidiendo la ayuda de Dios y el Señor y la Virgen del Milagro y solicitando la unión de los salteños.