Mi nombre es Nora Testa y junto a mi pareja, mi cuñada y su esposo, estamos varados en India y sin ninguna asistencia de la Embajada Argentina. Nosotros cuatro somos los únicos argentinos en ésta ciudad, pero hay más de 250 compatriotas dispersos por toda India y a la espera de poder volver a nuestro país. En nuestro caso, salimos de Argentina el 7 de marzo con la línea aérea Ethiopian, con fecha de partida de India para el día 26 de marzo pasado. Como es de público conocimiento, el día 12 de marzo se decreta la emergencia sanitaria en Argentina y días después, en India; nuestros vuelos fueron cancelados y quedamos en cuarentena en el hotel donde nos alojamos.
En India se ha desatado una xenofobia muy marcada hacia todos los extranjeros, haciendo peligroso el simple hecho de salir a comprar alimentos. Estamos incluidos en un grupo de wsp formado por gran número de compatriotas varados en India, y puedo asegurarles que muchos de los relatos de discriminación y maltratos que padecemos algunos de nosotrosi, lindan con la violación de los derechos humanos: golpes con lathi (bastones que usa la policía India para castigar a su gente en la vía pública), amenazas con armas de fuego, desalojos, falta de insumos básicos, entre otros padeceres; grandes castigos por ser extranjeros. Todo estos abusos han sido reportados a la Embajada Argentina y al Consulado en Mombai, sin más apoyo que el asesoramiento administrativo de formularios interminables, con softwares complicados para ser manejados desde un celular (único elemento que poseemos, la mayoría de nosotros, para conectarnos a la web). Hay personas de todas las edades y algunas, como yo, con medicación diaria por patologías crónicas. De más está decirles que los medicamentos se nos acabarán en breve, ya que no estaba en nuestros planes este aislamiento en India.
En resumen, nos encontramos desamparados, sin respuestas concretas de nuestro gobierno ni de los gobernantes indios. No queremos cargar al Estado argentino de la responsabilidad de trasladarnos a nuestro país, pero sí exigimos que permita que la línea aérea, a la cual pagamos nuestros tickets de regreso, puedan aterrizar en Ezeiza. De ahí en más, nos atendremos a los protocolos sanitarios requeridos. En este punto me detengo a mencionar que las líneas aéreas recién muestran vuelos posibles a Argentina a partir del 18 de abril, con recargos de hasta USD 900 por reprogramación de fechas, ya que aducen que están agotados los lugares en las clases económicas, la gran mayoría de argentinos aquí no tienen el dinero para pagarlo.
Soy Licenciada en Antropología y egresada de la Licenciatura en Bellas Artes; mi cuñada que está aquí conmigo, Violeta Leunda Tosi es doctora Veterinaria, ambas somos docentes en la UNR. Mi profesión me permite comprender reacciones propias de todas las sociedades en situaciones de riesgo. Puedo notar en cada una de las conversaciones con amigos y familiares reproches velados por nuestros reclamos y temores por las infecciones que podemos llevar con nosotros; por eso les pido que traten de poner una dosis de empatía en sus pensamientos, y comprendan que queremos volver a casa, que no hemos cometido ningún delito y que hay gente con riesgo de vida que tiene derecho el derecho constitucional (artículo 14) de volver a su patria.
Nora Testa