En medio de su puja con grupos empresarios, el presidente Alberto Fernández hizo una reinvidicación de la actividad política y sindical. “Durante muchos años nos quisieron hacer creer que en la Argentina el problema eran los políticos y los sindicalistas, pero el problema de Argentina son aquellos que creen que sobra gente, el problema son aquellos que especulan y no los que creemos que la Argentina se construye trabajando”, afirmó al hablar luego de una recorrida por el Sanatorio Antártida, propiedad del sindicato de Camioneros, junto a Hugo Moyano y al gobernador Axel Kicillof. El Presidente llenó de elogios a Moyano por su decisión de poner el sanatorio a disposición de la gobernación, con lo que la Provincia sumó 330 camas de terapia ante la eventualidad de la pandemia. "A veces el sindicalismo, como la política, están tan vapuleado, pese a que hace estas cosas y esto hay que decirlo claramente", afirmó.
"El esfuerzo de los empresarios es no dejar a la gente sin trabajo y digo que lo peor que podemos hacer en este momento es dejar sin trabajo", declaró el Presidente durante la recorrida de la que también participron los ministros bonaerenses Daniel Gollán y Sergio Berni. Luego hicieron un breve acto, ante un auditorio con muy poca gente obviamente, donde hablaron. Fernández recordó que estaba agradecido con Moyano desde la época que fue jefe de gabinete de Néstor Kirchner y él pertenecía a la conducción de la CGT. "Es el mismo compromiso que muestra ahora", sostuvo. "Tienen un padre que es un dirigente ejemplar; los empresarios no lo quieren porque cuida a los suyos", expresó el Presidente al dirigirse a los hijos de Moyano, Pablo y Facundo.
Curiosamente, Alberto Fernández nació en ese mismo sanatorio ubicado en pleno Caballito hace hoy justo 61 años, como recordó en su mensaje. El Antártida fue un establecimiento médico importante para la zona durante mucho tiempo hasta que luego entró en crisis y quebró en 2005. En 2009 lo adquirió Camioneros que lo refaccionó totalmente y lo equipó a nuevo. Pero desde 2011 tuvo dos inauguraciones y, sin embargo, por una cosa o por otra nunca consiguió que la Ciudad le otorgue la habilitación final para funcionar. Ahora, en medio de la emergencia sanitaria desatada ante lo que pueda ocurrir con el coronavirus, el jefe de gobierno Horacio Rodríguez Larreta le otorgó una autorización provisoria y Moyano le dijo a Fernández y a Kicillof que quería ofrecérselo a la Provincia.
En la gobernación explicaban la importancia del ofrecimiento. Cuando arrancó la pandemia, había unas 400 camas de terapia intensiva disponibles en toda la Provincia. Hoy esas camas son unas 1.100, a las que ahora se suman las 330 del Antártida. Aunque en la Provincia también hay camas municipales y algunas camas nacionales que ayudan a componer una oferta más importante. Por ejemplo, la Nación, a través del Ministerio de Obras Públicas, está construyendo cinco hospitales modulares en territorio bonaerense. Respecto a los costos, la Provincia hizo una reserva de estas camas que después deberá pagar en caso de ser utilizadas. En contrapartida a este gesto de Moyano, en voz baja admiten que la Superintendencia de Servicios de Salud le reconoció a Camioneros una suma que le adeudaba por la obra social.
Moyano recordó algunos de los varios contratiempos que habían sufrido en la obra de la que se encargó su esposa, Liliana Zulet. Por ejemplo, contó que cuando ocurrió lo de Cromañón los obligaron a hacer muchos cambios, habilitar nuevas salidas y ascensores. Luego también en una obra que va bajo tierra, que conecta el edificio de 14 pisos y 15 mil metros cuadrados ubicado en Rivadavia y Acoyte con otro de consultorios que se encuentra sobre avenida Rosario. Pero, así y todo, hacía cinco años que ya estaba listo para funcionar y con la tecnología de punta de ese momento, pero que nunca se lo quisieron habilitar. También criticó las denuncias que recibió por la obra, profusamente difundidas por algunos medios. "Es la diferencia entre quienes construyen permanente para servir a la sociedad y quienes obstruyen", comentó.
Kicillof hizo un racconto de los muchos déficits con los que recibió la administración provincial, de los cuales la infraestructura sanitaria es uno de los más notorios, que se nota especialmente en estos momentos que debe preparar todo ante la eventualidad de una gran cantidad de contagiados por coronavirus. "Esta pandemia ha desbordado los sistema de salud más ricos del mundo, no estamos exentos. Pero tomando la decisión del aislamiento, nos dio a nosotros el tiempo, entre otras cosas, de poder inaugurar un sanatorio", comentó Kicillof.
"Me llama Hugo y me dice: 'Escuchame una cosa, yo quiero ayudar. Quiero que el Sanatorio Antártida esté a diposición de la provincia de Buenos Aires para que lo usen todos, no sólo para los camioneros", contó Alberto Fernández su diálogo con Moyano de días atrás. Definió el establecimiento como "maravilloso", que creía que no tenía nada parecido en la ciudad de Buenos Aires. "Después de la pandemia el mundo va a ser otro. Lo que estamos viviendo es un tiempo de reflexión que estamos recuperando lo que el posmodernismo nos hizo perder. El posmodernismo nos hizo creer que el secreto era el individualismo y el éxito era ganar plata. Y ahí está, apareció un bichito microscópico y arruinó fortunas a aquellos que acumularon fortunas. ¿Para qué sirvió acumular tanto?", reflexionó.