La crisis del '30, la posguerra, la globalización, fueron sucesos que produjeron cambios abruptos no solo en la vida de las sociedades, sino cambios en el orden económico mundial.
Al periodo de posguerra le siguió lo que llamamos el Estado de Bienestar. El Estado era el gran organizador de la vida de las sociedades. Con sus recursos y políticas era el que protegía a los habitantes, tratando de evitar desigualdades, brindando continuas mejoras en salud, educación, trabajo. Esto se debió básicamente a dos motivos:
1. Al colapso de las economías liberales, que tuvieron su máxima expresión con la crisis de 1929, para dar lugar al surgimiento de economías con fuerte presencia del Estado.
2. A que se vivía el periodo que llamamos Guerra Fría, en el cual había una disputa geopolítica entre los Estados Unidos y la Unión Soviética. No solo era la lucha entre dos naciones, sino y por sobre todo la lucha de dos ideologías económicas, el capitalismo versus el comunismo.
Debido a eso, en Occidente había especial interés en que la sociedad y el mundo entero vieran que el capitalismo brindaba un Estado de “Bienestar” superior al comunismo.
La caída de la Unión Soviética abrió paso a la globalización con la hegemonía occidental que se ubicar a principios de la década del '80 y derivó en la financiarizacion de la economía. ¿Y cuál fue el resultado a escala mundial?
El centro del desarrollo ya no era el aparato industrial como lo fue en la mayoría de los países desarrollados, sino que el foco era el movimiento de grandes masas de capital, moviéndose a nivel mundial, de la mano nuevamente de una oleada de políticas neoliberales.
Como indicó el premio Nobel Joseph Stiglitz en una visita a la Facultad de Ciencias Económicas de la UBA, “los fundamentalistas de mercado creyeron que el libre mercado de por sí garantizaría no solamente resultados eficientes sino también avances en la justicia social como consecuencia de algunos procesos de derrame y un crecimiento subsiguiente que beneficiaría a la sociedad”. Nada mas lejos de lo ocurrido.
Los sistemas de salud, educación y solidaridad que conformaban el Estado de Bienestar se vieron desatendidos, privatizados y dejaron de ser prioridad de los Estados, ya que en esta nueva época el desarrollo se basaba en el individuo y no en las sociedades o colectivos. Todo confluyó en que la masa trabajadora perdiera presencia en el rol protagónico de la economía, con el consecuente debilitamiento de su participación en el ingreso, y en las condiciones laborales: según Oxfam el 1 por ciento de la población en el 2016 poseía más riqueza que el 99 por ciento restante. Como resultante, la distribución del ingreso continúa empeorando desde hace décadas.
Como vimos anteriormente con el periodo de posguerra, o con la globalización, este virus posiblemente genere necesarios cambios en el orden económico mundial. Como indica el economista Claudio Scaletta esta crisis generará “procesos de no retorno”
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La influencia de las políticas neoliberales con el consiguiente abandono de la protección, liderazgo y control del Estado están causando cambios drásticos que repercuten en la vida de las sociedades: aumento de la desigualdad, pobreza, desocupación, desfinanciamiento en salud y educación.
El coronavirus está mostrando la peor imagen del capitalismo reciente. Según Renaud Lambert y Pierre Rimbert, en la edición N°250 de la revista Le Monde Diplomatique, “En 1980 Francia disponía de once camas de hospital cada mil habitantes. Hoy no hay más que seis. En Estados Unidos, las 7,9 camas por mil habitantes inventariadas en 1970 se reducen a 2,8 en 2016. Según la Organización Mundial de la Salud, Italia contaba con 922 camas dedicadas a los “casos serios” por 100.000 habitantes en 1980, contra 275 treinta años más tarde”.
Ahora bien estos cambios van a generar reticencia en los sector liberales, claro está. Donde la vida humana vale muy poco, y donde prima la economía versus la salud. Vale entonces la pregunta acerca de qué grado de participación tiene el coronavirus en las muertes, y qué grado tienen las políticas tendientes a desfinanciar los sistemas de salud, primando la visión individual y de riqueza como único objetivo.
* Maestrando en historia económica y políticas económicas (UBA). [email protected]
** Maestrando en historia económica y políticas económicas (UBA). [email protected]