La brusca disminución de la producción teatral y audiovisual argentina no es un tema al que Leyrado le escapa. Muy por el contrario, se trata de una problemática que lo ocupa, teniendo en cuenta los muchos amigos colegas que cosechó durante su trayectoria. Sin caer en un optimismo vacío, Leyrado cree que hay que “poner el pecho” y ser más creativos que nunca. “Caer en una depresión por lo que nos pasa no es bueno, pero tampoco es bueno taparla, negarla”, analiza. “Uno tiene que asumir la realidad. Lamentablemente estamos atravesando un tiempo complicado para la cultura. La Argentina siempre fue un país de vasta producción. Los coletazos de la crisis económica mundial y de la Argentina en particular están golpeando mucho a las producciones. Se suele decir que en tiempos de crisis las culturas renacen. Lo que tenemos que hacer para no depender del andar de la economía es producir espectáculos de primer nivel, de cualquier género. La única defensa que tenemos los artistas, nuestro único capital, es el trabajo. Tenemos que contar mejor y hacer buenas obras, para que no haya lata extranjera que nos cope la pantalla.”