Las pequeñas y medianas empresas les exigen a los bancos que cumplan con otorgar los créditos “y no pongan trabas” para poder pagar los salarios de los empleados. Así fue establecido en un documento al que adhirieron más de ochenta entidades empresariales de todo el país. “Todos estamos poniendo el hombro, pero el sistema financiero no colabora”, aseguró a PáginaI12 el empresario textil Marco Meloni. Además, les pedirán a los bancos que reperfilen las deudas y que cubran los cheques con descubiertos automáticos. “Si se rompe la cadena de pagos la pyme quiebra, no va a poder pagar a los trabajadores y ya no vamos a poder hablar del día después al coronavirus”, anticipó Meloni.
“El Estado debe absorber, con gran efecto fiscal, la crisis económica que deja la cuarentena, pero quienes tuvieron importantes ganancias durante los últimos años también deberán decir presente”, dice el documento. La solicitud lleva la firma de más de 80 entidades empresarias de todos los sectores productivos del país. Entre los firmantes se destacan: la Mesa Nacional de Unidad Pyme, la Confederación General Empresaria (Cgera), la Asociación de Concesionarios (Acara), las cámaras del Calzado (CIC) y de la industria del Juguete (CAIJ), entre otros.
En la misma línea, la Cámara Argentina de la Mediana Empresa (CAME) emitió un duro comunicado en el que afirma que la falta de colaboración de los bancos está “matando” a las pymes. "Ante la agonía de las pequeñas y medianas empresas, los bancos no muestran ningún gesto solidario para salvaguardar al sector más importante generador de empleo privado. En estos momentos necesitamos apoyo económico, no especulación”, aseguró Gerardo Díaz Beltrán, presidente de CAME.
Hace una semana, el Banco Central dispuso incentivos para que los bancos potencien los créditos a pymes para pagar sueldos, a una tasa fija no superior al 24 por ciento. Las empresas afirman no se cumple en todas las entidades. “Cobran aparte una comisión de hasta el 2,5 por ciento. Pero lo más grave es que los están dando sólo a 60 o 90 días. Una empresa de 100 personas, con sueldos de alrededor de 40 mil pesos, debe pedir como mínimo 4 millones de pesos, ¿Cómo puede devolver esa plata en dos meses si estuvo cerrada y no tuvo ventas?”, se preguntó Meloni. En la misma línea opinó el dirigente empresarial Damián Regalini: “Nos dan vueltas para otorgarlos, y antes del lunes hay que pagar los sueldos; hay mucha preocupación”.
Otras de las solicitudes de las pymes es que las entidades financieras cumplan su rol de banca de crédito y cubran los cheques de clientes sin antecedentes negtivos para que se acrediten en las cuentas que los depositaron. “El comercio que te envió un cheque, cuando vas a cobrarlo rebota porque, como no vendió, no tiene fondos. Queremos que los respalden de alguna manera”, dijo Regalini. “Una opción podría ser que den un descubierto automático para que los cheques rechazados se acrediten, y que el librador tenga unos días para cubrirlo”, detalló Meloni.
Según cifras del sector pyme, el stock de cheques diferidos por las empresas en poder de los bancos ronda los 220 mil millones de pesos, en donde casi el 40 por ciento vence durante abril. “Este mes vencen 88 mil millones de pesos, monto equivalente apenas al 29 por ciento de las ganancias que obtuvieron los bancos el año pasado”, dice el comunicado de CAME. En este sentido, piden que el Banco Central adecúe las normativas para poder posibilitar la operatoria de descubierto automático. Los bancos lo permiten para ciertos clientes, pero no suelen aprobarlo en las pequeñas empresas. Este jueves, el Central estableció una medida inédita para las pymes: los cheques rechazados tendrán una "segunda" oportunidad durante un mes y los bancos no podrán aplicar penalidades por esos documentos sin fondos.
Una vez resuelto el problema del pago de sueldos, a las pymes les aterra que pueda romperse la cadena de pagos. El primer eslabón que sufre la inactividad es el comercio, que compró mercaderías antes del 19 de marzo y emitió cheques para fechas posteriores, pero no tuvo ventas y no podrá pagar. El segundo eslabón impactado es el distribuidor mayorista o la industria pyme, que tiene una gran cantidad de estos cheques en cartera o entregados a los bancos. De no ser cubiertos, serán rechazados. Y el tercer eslabón es la mediana o gran empresa proveedora de los anteriores, que tiene en su poder o entregados gran parte de los cheques o directos de las entidades financieras. “De ser rechazados generará más conflicto, las empresas suspenderán las entregas e imposibilitan a las pymes que vuelvan a producir”, anticipa el texto.
Por otro lado, Regalini anticipó que avanzará en reclamos contra las empresas energéticas. "Las industrias una vez por año hacemos contratos por la energía que vamos a consumir en la producción y todos los meses tenés que pagar aunque no lo consumas en su totalidad. Pero hubo un mes entero en que consumimos cero, vamos a pedir algún tipo de compensación, porque nos representa un 10 por ciento de nuestros costos", anticipó.