Desde Roma.El gran desafío para los países infectados por el coronavirus es cómo controlar la difusión de la pandemia. Italia, con casi 120.000 casos en poco más de dos meses, es uno de los más preocupados en este sentido porque según las previsiones de los especialistas, es muy probable que la cuarentena deba ser extendida (ahora está vigente hasta el 13 de abril), que el virus quede vigente aunque con menor difusión por varios meses y que vuelva a revivir el próximo invierno europeo, si los científicos no logran crear una vacuna.
Pero el Ministerio de Salud Italiano está tratando de detectar y poner en práctica una App (aplicación o programa que se usa en computadoras y celulares) que podría ayudar a detectar los casos contagiados y las personas con las que éstos han estado en contacto, para aislarlos rápidamente y contener así la difusión de la pandemia. Algo similar se usó en China, Corea del Sur, Singapur y hasta en Israel, con buenos resultados, aunque algunos tienen miedo de que una App como esas, pueda violar la privacidad y alimentar el control ideológico y político de la gente.
Massimiliano Lo Turco es un experto en la elaboración de software para teléfonos celulares. Se define a sí mismo como un “arquitecto de software”, es decir que se ocupa del diseño de proyectos software complejos que implican computadoras, server, teléfonos celulares, etc. Ha estudiado Economía y Comercio en la universidad La Sapienza de Roma pero desde que era estudiante se volcó a la Informática y como tal ha sido dirigente de distintas empresas de software en Italia. Ahora trabaja privadamente.
-¿Cómo funciona una App de este tipo que trata de localizar a los contagiados y a quienes estuvieron en contacto con él, como forma de controlar la difusión de la pandemia?
- Hay dos tipos de App que están andando muy bien últimamente. Uno es una App que permite a los gobiernos suministrar informaciones velozmente al público. Por ejemplo te dice: “Atención, en tal zona no se puede transitar porque allí se han verificado varios contagios”. Estas son App que ya existían. Por ejemplo en Lombardía (la región de Italia más afectada por el coronavirus), el gobierno regional está aplicando una App similar que se llama “AlertaLOM”. Es la Protección Civil de Lombardía la que informa al público. El otro tipo de App es la que permite recoger informaciones del público.
-¿Cómo se recoge la información del público?
-Hay varios modos. La App de Lombardía es la más simple. Se agregaron algunas funciones a una App ya existente para permitir que el usuario comunique informaciones. La App le manda un cuestionario cada día al usuario, que éste debe responder. Manda el mensaje y la información es analizada por el ente que se ocupa de eso.
- ¿Hay otra forma de recoger esa información?
- Sí, hay otro sistema más complejo, que recoge y manda informaciones de modo automático. Un ejemplo es Waze, que recoge informaciones sobre el tráfico y te advierte automáticamente si una calle está trabada porque todos los autos donde viajan personas que tienen instalada en su teléfono esa App, están circulando a una velocidad más lenta de lo normal. Esta metodología se puede aplicar también a otro tipo de App que dice, por ejemplo, que vos estuviste el día 2 de abril en Piazza Venezia de Roma, cerca del bar XX. Y el día 2 de abril, otra persona que circuló cerca del mismo bar, luego resultó positiva a un test del coronavirus. Vos te transformás así en un personaje peligroso porque podrías estar contagiado. Todos estos datos recogidos por la App y enviados a un server de inteligencia artificial, permiten reconstruir los contactos que una persona peligrosa puede haber tenido en los últimos días y así tomar medidas de precaución.
-¿Las App aplicadas por otros países han funcionado así más o menos?
-En China, donde las App son obligatorias, funciona así: a cada persona se le asigna un color a través de la App, verde, naranja o rojo. Verde no hay peligro, naranja es una persona que en el pasado reciente ha tenido contacto de cerca con una persona que luego se ha transformado en un contagiado por el virus. Si te aparece en el teléfono la luz naranja uno esta obligado a estar en cuarentena. Si aparece la luz roja, has sido contagiado y debe estar en cuarentena y si salís a la calle estarás sometido a altas multas o cárcel. Un sistema parecido se ha usado en Israel. En Europa, y en Italia en particular se está tratando de lograr una App que salvaguarde la privacidad de las personas.
-Esta sería una de las desventajas de esta App, la pérdida de la privacidad...
-Si, porque esta App te controla los movimientos 24 horas sobre 24. Si estas informaciones no son limitadas al ambiente sanitario, es posible que mucha gente se oponga. Por ejemplo, podría ocurrir que una persona, que es administrador de una empresa X, por el teléfono sale a relucir que ha estado durante una hora con otra persona que es director de otra empresa. Esto podría tener consecuencias a nivel económico. Otro caso podría ser, si un grupo de delincuentes logra saber gracias a esta App que los propietarios de una casa están a cien km de distancia. Sabiendo esto podrían entrar y robar todo lo que quisieran. Estos son los riesgos si se perdiera el control de los datos. El uso impropio de estos datos puede ser muy peligroso, y muchas veces no son los gobiernos sino otros sectores los que los usan.
-¿Qué debería hacer Europa para que esto no suceda?
- En Europa se esta trabajando sobre este aspecto y probablemente se tratará de que el usuario acepte ciertas condiciones cuando está instalando la App. Se han presentado ya algunos proyectos de App al ministerio de Salud Pública italiano. Pero todavía no se sabe nada de concreto. A mi manera de ver, para que funcione bien en el caso del coronavirus, la información no debería quedar limitada a un país sino que debería ser compartida con los demás países de Europa, debería haber una coordinación europea. Sería más eficaz en lo que se refiere al control de la pandemia. La pregunta que hay que hacerse es cuánto estamos dispuestos a arriesgar nuestra privacidad para proteger nuestra la salud. Yo personalmente no tengo problema en renunciar a una parte de mi privacidad para garantizar la salud pública. Que yo he ido a Piazza Venezia, si eso ayuda, me parece muy bien que el estado lo sepa automáticamente.