El obispado de los partidos bonaerenses de Merlo y Moreno decidió el traslado del sacerdote Eduardo Farrel para preservar su integridad física ante las “reiteradas amenazas e intimidaciones” que sufrió desde diciembre tras haber brindado una misa en homenaje a un militante social asesinado en Moreno. El obispo Fernando Maletti afirmó que hay “claras señales de que su accionar y su prédica significaban una molestia para los sectores que se desenvuelven al margen de la ley”. Según expresó, tras la marcha realizada el 22 de diciembre por el asesinato de César Méndez en Moreno, donde el único orador fue Farrel, “comenzaron las intimidaciones” que derivaron en el traslado del sacerdote. Maletti destacó que la Iglesia observa “con gran preocupación y profundo dolor como la violencia, en sus más diversas manifestaciones, se va naturalizando en nuestras comunidades” y responsabilizó al avance de la droga por la problemática.