Viviana López es docente de apoyo a la inclusión y realiza la adaptación de un estudiante con retraso madurativo moderado en el Colegio San Rafael Arcángel. "Estamos utilizando plataformas que ha brindado el colegio, hacemos la adecuación del estudiante, y se la acercamos vía online", describió la educadora.
López es una de las personas que accedió a hablar ante Salta/12 sobre las dificultades que enfrentan las personas con capacidades diferentes y quienes las acompañan con la atención de su salud y necesidades especiales en el contexto de aislamiento social obligatorio dispuesto por la pandemia del coronavirus. Las plataformas digitales ayudan, pero no todas las obras sociales y seguros no reconocen todas las prestaciones.
La Superintendencia de Salud de Nación dispuso en una resolución oficial que los Agentes del Seguro de Salud y las Entidades de Medicina Prepaga deberán implementar y fomentar el uso de plataformas de teleasistencia y/o teleconsulta con el fin de garantizar las prestaciones de demanda esencial. Los profesionales que asisten a personas con discapacidad, tanto como las familias siguen en la incertidumbre porque la cantidad de sesiones o consultas autorizadas quedaron a criterio de las obras sociales y seguros.
El DNU del aislamiento social, preventivo y obligatorio no había contemplado en un principio las necesidades de las personas con discapacidad. Con la resolución de este 2 de abril, se garantizan algunas asistencias.
"Se nos complica porque trabajamos en equipo", explicó Viviana López. Contó que "antes había apoyo extraescolar con una docente que lo acompañaba (al estudiante con el que trabaja) en su casa. Ahora lo hace la madre". La docente viene realizando el acompañamiento virtual antes de que saliera la última resolución. También es maestra grado, y destacó que al menos tiene otro ingreso del Estado para sostenerse económicamente pero dijo que tiene colegas que solo son monotributistas.
La implementación de las TICs (tecnologías de la información y la comunicación) surgió en algunos profesionales casi de modo espontáneo con el uso de redes sociales y whatsapp. La masividad de la metodología ha sido algo novedoso ante el contexto de pandemia y sigue siendo inaccesible para los sectores más excluídos. "Tenemos que tratar de que el mensaje llegue de la mejor forma posible. Trabajar con matemáticas, química, por ahí se nos complica porque la mamá tiene que comprender primero para recién explicarle al hijo o hija", sostuvo López para dar idea de las complicaciones que se presentan.
"Nosotras manejamos el contenido, podemos plantear ópticas, trabajar con la plataforma. Las (os) psicopedagogas (os) son quienes pueden adaptar contenidos mediante juegos y estrategias", precisó. En el caso del chico al que asiste, López dijo que puede "trabajar cómodamente" y que hace "adecuaciones poco significantes" porque se trata de un adolescente muy estimulado y que comprende de forma rápida.
En período normal de clases, la docente precisó que trabajan con horarios en las escuelas o colegios y que firman planilla de asistencia. Sus adaptaciones son certificadas por las instituciones educativas y trabajan para las obras sociales. Con la pandemia, "nos reconocían solo hasta el 19 la asistencia que hicimos". Sin embargo, la última resolución de la Superintendencia avala la teleconsulta o teleasistencia y prevé que los agentes del Seguro de Salud y de las entidades de medicina prepaga podrán determinar la cantidad de sesiones o consultas autorizadas y definir los procesos utilizados en cada caso, como así también la auditoría posterior de las prestaciones brindadas.
Pruebas para cobrar
Por otro lado, la presidenta del Colegio de Psicopedagogos de Salta, Viviana Bazán, explicó que ahora los profesionales deberán tomar fotografías o hacer capturas de pantalla de los acompañamientos que realizan. Deberán juntar las pruebas de sus intervenciones para poder cobrar.
"Es una situación que nos atraviesa a todos a nivel mundial. Las obras sociales cuando decían que no cubrían (este tipo de trabajo) era por desconocimiento", sostuvo Bazán. La cuarentena se extendió hasta el 12 de abril y ahora los profesionales tienen el desafío de adaptarse a las nuevas tecnologías.
"La problemática ahora es todos los profesionales. Hay que reaprender cómo ir resolviendo situaciones", explicó Bazán. "Para tratar de que se les reconozca, tienen que demostrar que están haciendo intervenciones mediante el uso de las vías virtuales como Skype y Whatsapp", explicó. Bazán dijo que la Federación Argentina de Psicopedagia ya había emitido una petición para el reconocimiento de la modalidad no presencial.
Autismo y encierro
El referente de la organización TGD Padres TEA Salta, Luis González, es papá de un niño con autismo y acompaña a otras personas con esta condición y a sus familias. No acuerda con que la Superintendencia de Salud haya permitido que "sean las obras sociales las que van a evaluar la cantidad de veces que la obra social considere que nuestros hijos necesitan ese apoyo".
González dijo que para los chicos y chicas con autismo el encierro es díficil. Por eso desde España se inició una campaña de concientización mediante el uso del pañuelo azul para que la situación de padres y madres que deben salir con sus hijos e hijas sea comprendida.
Este 2 de abril fue el día mundial de concientización del autismo y el contexto de pandemia plantea problemáticas y estrategias. "Los chicos con autismo están acostumbrados a una rutina, tienen una estructura mental, de estar en la escuela y con actividades extraescolares, ahora pasaron a estar encerrados. Necesitan descargar energía o empiezan con autoagresiones y lesiones. Les cuesta mucho entender que deben quedarse en casa. Hay chicos que no tienen lenguaje", explicó González. "Estamos tratando de reorganizarlos. Al sacarlos de su orden es cuando empiezan las dificultades para la familia", expresó. Consideró que si se sale debe hacerse con los recaudos necesarios y contó que hay familias que lo resuelven informando a vecinos y a la Policía.
Planteó que las terapias se suspendieron con la cuarentena pero pese a esto hay profesionales que han seguido supervisando y entre ellos psicólogos que no dejaron de atender a padres y madres desbordados por diferentes situaciones.
"Dentro de provincia hay un dispositivo TEA que brinda cierto acompañamiento del Estado" en instituciones educativas, sostuvo González. Sin embargo, enfatizó que sin cuarentena, en la parte pública no hay atención, tratamientos ni se hacen diagnósticos. "No hay un equipo interdisciplinario. Hay muchos papás que han podido tramitar una pensión y van a fundaciones, otros pagan en forma particular, otros hacen lo que pueden. Desde la organización les enseñamos cómo usar las herramientas del Estado para que los hijos puedan tener obra social", manifestó.
Profesionales de obras sociales, maestros integradores o acompañantes escolares "no estaban haciendo acompañamiento, las escuelas mandan las tareas pero no adaptadas. Un profesional de educación de la salud sabe cómo hacerlo. Lo siguen haciendo en los casos donde vienen acompañando hace mucho tiempo pero hay gente que no llegó ni a presentar los papeles", planteó González.
En este momento de cuarentena, algunos profesionales necesitan permiso para circular, porque hay personas con diferentes discapacidades y requieren de kinesiología, fonoaudiología, entre otras especialidades, prácticas que deben hacerse en el domicilio, sostuvo.