Las medidas de confinamiento decretadas en Alemania a finales de marzo no lograron hacer descender la curva de contagios y muertes que ya llegan a 96.108 casos y 1.444, respectivamene. Sin embargo, al mismo tiempo que se impuso la cuarentena en ese pasís se puso en evidencia la problemática de la violencia doméstica, con una alta tasa de agresiones a menores y mujeres dentro de los hogares.
De este modo, el Covid-19 no solo ha amenazado la salud de los alemanes. Las medidas de confinamiento ejercen presión sobre las familias que han evidenciado las altas tasas de violencia machista y doméstica del país.
La ministra alemana de Familia, Franziska Giffey, recordó que los niños no están exentos de la amenaza de la violencia infantil a causa de la tensión generada por el confinamiento durante la epidemia de coronavirus. Griffey ayer alertó de un repunte del peligro de la violencia machista en el país.
Con el fin de frenar la propagación del nuevo coronavirus, las escuelas y guarderías están cerradas en la mayoría de los estados durante tres semanas. Además, hay restricciones de salida de gran alcance.
La ministra socialdemócrata advirtió que la amenaza de la violencia doméstica se da sobre todo en las ciudades más que en el campo, ya que –según explicó- en las zonas rurales hay más oportunidades de salir y la gente no vive en espacios tan reducidos.
Giffey agregó que la semana pasada, el número de cargos por violencia doméstica en Berlín había aumentado en un diez por ciento, al tiempo que declaró que las llamadas de teléfono de ayuda aumentaron un 20%, y se espera que estos casos vayan en aumento.
Alemania registraba este domingo 96.108 infectados, 22.586 casos más que en las últimas 48 horas, y 1.444 muertos -572 desde el viernes- por coronavirus (según datos de la Universidad estadounidense Johns Hopkins),
La región de Baviera es la que tiene mayor número de infectados, con más de 23.000 casos comprobados y al menos 370 muertes, le siguen Renania del Norte-Westfalia, con más de 19.400 casos y al menos 250 muertes.