En 2018, la entonces gobernadora bonaerense María Eugenia Vidal no comprendía para qué servían las universidades públicas con anclaje territorial. En la actualidad, pandemia por medio, la función social de estas casas de estudio afincadas en el conurbano provincial se resignifica de manera positiva. “A diferencia de lo que sucedía durante la gestión anterior, el gobierno provincial deposita su confianza en las universidades públicas . Tanto el gobernador como su jefe de gabinete son hombres de la Universidad. Se trata de gente que entiende la importancia de la educación superior y conoce muy bien el potencial que hay. No solo están abiertos a nuestras propuestas sino que ellos mismos instalan un contacto permanente; para nosotros es un orgullo haber sido elegidos para combatir el Covid-19”, relata Alejandro Villar, rector de la Universidad Nacional de Quilmes.
“Cuando todo arrancó nos propusimos tres objetivos: el primero fue cuidarnos, por eso, rápidamente, se dispuso el teletrabajo y se liberó de la obligación de asistir a todos aquellos que estaban en situación de riesgo o tenían que cuidar de alguien; el segundo fue colaborar, desde nuestros recursos humanos e infraestructura, con el freno de la pandemia; y el tercero, que no se pierda el cuatrimestre”, sintetiza. Las autoridades de la UNQ dispusieron un paquete de acciones que funciona a todos los niveles: un laboratorio con científicos locales hará los diagnósticos de coronavirus de acuerdo al plan de descentralización que inició el Gobierno; una parte de su infraestructura funcionará como centro de aislamiento sanitario para que aquellas personas infectadas con coronavirus se recuperen de la mejor manera; su Escuela Secundaria Técnica prestará su cocina para que los vecinos de la zona puedan recibir raciones diarias de comida; y las clases comenzarán, dentro de la emergencia pedagógica, el 6 de abril, mediante una plataforma virtual que procurará que ningún estudiante pierda su cuatrimestre.
“Cuando empezaron a surgir las limitaciones que tenía el Instituto Malbrán para afrontar la gran cantidad de análisis que Argentina debe realizar, nuestros científicos nos comunicaron que estábamos en condiciones de dar una mano. Luego conversamos con el Ministerio de Salud provincial y ellos aprobaron esta situación. Por nuestra parte debimos acondicionar un sector específico de la UNQ para que pudiera cumplir con las normas de seguridad y calidad necesarias”, plantea Villar. Con “sector específico” el rector se refiere a la Plataforma de Servicios Biotecnológicos (PSB), un sitio que cuenta con un laboratorio que habitualmente realiza acciones similares (de diagnóstico, caracterización de virus y cultivos, entre otros), por lo que se encuentra habilitado para operar en este contexto de emergencia sanitaria.
“Somos nueve personas que lo acondicionamos a los efectos de cumplir con todas las normas de bioseguridad que solicita la OMS y otros actores de referencia. Contamos con el equipamiento necesario para cumplir satisfactoriamente con la tarea demandada. Recibimos, además, la instrucción de los capacitadores del Instituto Malbrán”, señala Alejandra Zinni, directora del Departamento de Ciencia y Tecnología de la UNQ. Los especialistas que estarán a cargo de los diagnósticos pertenecen al campo de la virología y la oncología molecular del Departamento de CyT. Además del compromiso de los investigadores de la casa (doctores formados en la universidad pública) se suma la valiosa participación de algunos miembros del Personal de Administración y Servicios.
¿Cuáles serán los pasos a seguir una vez que se reciben las muestras? “Llegarán en triple empaque, se transportarán de una manera segura y harán el ingreso a la unidad PSB. Nuestros especialistas, en distintas estaciones de trabajo, las recibirán, procesarán y, mediante el instrumental apropiado, procederán a ejecutar el diagnóstico. Los kits serán suministrados por el gobierno provincial y, una vez que tengamos los resultados, serán cargados a un sistema de gestión de información centralizada. Allí se comunicarán los positivos y negativos”, describe Zinni. Luego de uno o dos días, los resultados se subirán al Sistema Integral de Información Sanitaria Argentina. De aceitarse este procedimiento permitirá cubrir la demanda y obtener más rápido los diagnósticos por Covid-19 en territorio bonaerense.
El mandato para combatir esta cuarentena, ante la ausencia de vacuna (habrá que esperar hasta 2021 según la OMS) y de tratamiento efectivo, no escapa de un cóctel de dos ingredientes: aislamiento y testeo. “Por un lado, necesitamos que la gente comprenda que si se queda en sus casas el virus no circula; y por el otro, la capacidad de testeo. Laboratorios, universidades y centros de salud de todo tipo quieren colaborar para resolver este conflicto. A pesar del macrismo, el sistema ha resistido y está intacto para salir a dejar todo, a dar las respuestas necesarias. Tenemos la infraestructura, la tecnología pero, por sobre todo, tenemos los recursos humanos. Un valor esencial y determinante”, apunta Zinni. Y remata: “Agradecemos al gobierno nacional que nos da esta posibilidad y valora nuestras capacidades para afrontar la pandemia. Las universidades volvemos a tener un rol protagónico, una función social que emociona. Nos explotaron los WhatsApp y los correos con muchísimos colegas que se ofrecen a dar una mano. Es conmovedor, la vamos a sacar adelante”.
Aulas transformadas en hospital
Además del conocimiento y las capacidades de sus investigadores, la UNQ pondrá a disposición sus instalaciones para pacientes infectados. El Municipio de Quilmes solicitó ocupar algunas aulas para poder generar un centro de aislamiento sanitario como se están constituyendo en otras instituciones. El propósito es que puedan asistir aquellas personas que tengan Covid-19 y que, aunque presenten una sintomatología leve, requieran ser aisladas para no contagiar a sus familiares y seres cercanos y no cuenten con disponibilidad para ese fin en sus viviendas. “Será un esquema de servicio ambulatorio para ciudadanos que recibirán un control sanitario, pero no comprenderá aquellos casos que demanden una atención de mayor complejidad. Hemos dispuesto unas 22 aulas y según nuestros cálculos entran más de 100 camas. El Municipio se encargará de su puesta a punto mientras que nosotros nos hemos ocupado de aislar el sector para que el personal pueda moverse con toda tranquilidad”, expresa Villar.
Se recibirá gente que se encuentra en situación de calle, así como también personas que vivan en sus casas pero se encuentren hacinadas. “Sabemos bien que el hacinamiento es uno de los flagelos que tenemos en el conurbano bonaerense y que perjudica, específicamente, a los sectores populares. Si se enferma un miembro en un grupo familiar de cinco personas, al rato, con facilidad, se infectará el resto. En estos escenarios estamos pensando cuando decimos que son tiempos en los que hay que colaborar porque también las consecuencias pueden afectar a la comunidad de nuestra universidad que, en su gran mayoría, vive en la zona”, advierte Villar.
El impacto de la crisis sobre los sectores populares se agrava. Bajo esta premisa, la Universidad también puso a disposición la cocina de la Escuela Secundaria Técnica. El personal cocinará de aquí en más para la gente del barrio con insumos que provee la Municipalidad; las organizaciones sociales del territorio son las que coordinan la entrega y los turnos para que no asista mucha gente a la vez. “Estamos más que satisfechos: en el primer día se entregaron casi 600 raciones. Nos pusimos la misión de atender la emergencia social junto a la sanitaria, aspecto que diferencia muchísimo a nuestras instituciones respecto de lo que sucede en los países centrales”, narra el rector.
La estrategia de la Universidad Nacional de Quilmes adopta un abordaje integral de la pandemia. Más allá de prestar su infraestructura, sus científicos y su cocina, las autoridades articulan esfuerzos con referentes de la Unión Industrial, la Economía Social y Solidaria y del sector productivo para que las enfermeras y los médicos que asistan a la UNQ puedan contar con todos los insumos (ropa adecuada, barbijos, etc.) para atender a los pacientes. Por último, es importante destacar que un laboratorio trabaja junto a otro de la Universidad Nacional de San Martín en la elaboración de un kit de diagnóstico precoz. La investigación está avanzada por lo que se aguardan resultados pronto.