La oficina Argentina de la Organización Internacional del Trabajo (OIT) advirtió este viernes por el impacto de la crisis sanitaria en el mercado laboral argentino. “Mujeres, trabajadores informales y monotributistas, entre otros, enfrentan mayores riesgos de perder su empleo y de sufrir el deterioro en la calidad de sus condiciones laborales”, asegura el informe elaborado por los especialistas Christoph Ernst y Elva López Mourelo. El organismo destacó la reacción del país ante la pandemia al celebrar el anuncio de refuerzos en los programas sociales, como la Asignación Universal por Hijo.
“Al igual que en todo el mundo, la crisis provocada por la pandemia del Covid-19 tendrá un fuerte impacto en el mercado de trabajo de Argentina. La cantidad y la calidad de los empleos se encuentran amenazadas, con consecuencia más significativas para los trabajadores que están en una situación de mayor vulnerabilidad”, sentenció.
“Las políticas de aislamiento como respuesta a la crisis sanitaria -que fueron tomadas por el gobierno argentino y por otras naciones con las que mantiene vínculos comerciales- tuvieron como resultado el actual freno de gran parte de actividades profesionales”, advierte la OIT. Se adelanta que la actividad seguirá en caída las próximas semanas.
Como consecuencia de esta crisis, distintas proyecciones privadas y de organismos internacionales estiman una caída del PIB para este año que va del 1,28 al 3,8 por ciento. La OCDE, por ejemplo, calculó que el retroceso será de 2 por ciento. La OIT afirma que si efectivamente se confirma un retroceso de 2 por ciento, 180.000 personas perderían su empleo en Argentina este año, pero si la caída llega al 3,8 por ciento se destruirían al menos 340.000 puestos de trabajo.
La OIT destacó el problema de los trabajadores que realizan tareas de cuidado en los hogares donde se incluyen a las trabajadoras domésticas. Este segmento de la población abarca a más de un millón de personas en el país y mayoritariamente son mujeres.
“El 75 por ciento de las trabajadoras domésticas en Argentina no están registradas, lo que limita su acceso a derechos laborales como la obra social, la licencia por enfermedad y otros mecanismos de protección social, especialmente necesarios en esta crisis sanitaria”, planteó la entidad dependiente de Naciones Unidas.
La vulnerabilidad de las mujeres se registra en varios frentes. “No sólo están sobrerrepresentadas en las ocupaciones a cargo de atender a las víctimas de la pandemia (principalmente en tareas de enfermería), sino que tienen también mayor presencia en los sectores más afectados por las restricciones y el aislamiento social como el comercio, turismo y hotelería, entre otros”. Por ejemplo las mujeres representan 44 por ciento de los trabajadores en el sector de hoteles y restaurantes del país.
Los trabajadores informales son otro de los rubros más vulnerables ante el estallido de la crisis sanitaria. “En general se verán especialmente afectados por las consecuencias del Covid-19, ya que normalmente se desempeñan en ocupaciones incompatibles con el trabajo a distancia”, explicó la OIT. Agregó que los trabajadores informales no cuentan con mecanismos de protección que les brinden un ingreso mientras dura la cuarentena.
El grupo de trabajadores independientes, monotributistas y trabajadores de plataformas también se cuentan entre los más vulnerables. “No están cubiertos por un seguro de desempleo u otras protecciones esenciales, como la cobertura por enfermedad profesional que les otorgaría un ingreso durante el periodo que no pueden trabajar”, dijo la OIT.
El documento planteó además que sectores de la construcción y la industria manufacturera son otros segmentos que recibirán un fuerte impacto. Puntualmente advirtió por las consecuencias en trabajadores de micro y pequeñas empresas que se encuentran muy expuestas a la crisis económica.
“Gran parte de la población ocupada en Argentina trabaja en pymes o por cuenta propia. En las unidades con menos de cinco empleados, 7 de cada 10 personas trabajan en la informalidad”, detalló.
Políticas integrales
Para la OIT, las respuestas políticas ante la crisis deben enfocarse en dos objetivos inmediatos. En primer lugar, es necesario asegurar la salud de los trabajadores, los empleadores y sus familias y minimizar los riesgos de propagación del COVID-19. El segundo objetivo deben ser las acciones coordinadas, rápidas y de gran escala para estimular la economía y sostener los empleos, las condiciones de trabajo y los ingresos de los trabajadores.
“En Argentina ya se han implementado y anunciado medidas que van en la dirección adecuada”, sostuvo el informe. Agregó que “la fijación de precios y el apoyo financiero para la producción de bienes de primera necesidad, así como las facilidades de pago anunciadas por el gobierno, son medidas importantes para aliviar la situación de las empresas y de las pymes en particular”. En la misma línea, destacan las políticas de protección social: “El bono extraordinario de la AUH y el Ingreso Familiar de Emergencia permitirán alcanzar a miles de hogares que han visto reducidos sus ingresos total o parcialmente”.