Por cuarto día consecutivo, España registró un descenso en la cantidad de fallecidos por coronavirus, la más baja desde el 24 de marzo, a pesar de que fueron 637 personas las que perdieron la vida en el último día. Los contagios también continúan a la baja, con 4273 nuevos infectados, un incremento de solo el 3,2 %. En total, el país ibérico cuenta 13.055 personas fallecidas y 135.032 con el virus, mientras el Ministerio de Sanidad sostiene que la curva de contagios comienza a descender.
Por otro lado, desde el inicio de la pandemia, 6.931 personas requirieron atención en las Unidades de Cuidados Intensivos (UCI) y 40.437 fueron dadas de alta en toda España. La cartera de Sanidad mantiene la lectura optimista de las cifras, aunque se advierte que durante los fines de semana existen subregistros.
"Un día más se observa la tendencia descendente. La tasa de crecimiento de la pandemia se va reduciendo en casi todas las comunidades", aseguró María José Sierra, vicejefa del Centro de Alertas y Emergencias Sanitarias de España.
En la cuarta semana de confinamiento bajo estado de alarma, que se extenderá hasta el 26 de abril, la funcionaria destacó que el número de personas que puede contagiar un paciente con el virus disminuyó a menos de uno. Este era el gran objetivo a nivel de control epidemiológico, según explicaron en reiteradas ocasiones los miembros del comité de crisis del coronavirus.
El gobierno mantiene hasta el 9 de abril la prohibición de realizar actividades productivas no esenciales, y se prepara para redoblar los controles para evitar que la población relaje el confinamiento durante las vacaciones de Semana Santa.
En ese marco, varios responsables políticos de municipios costeros del país pidieron refuerzos policiales para evitar el desplazamiento de personas de las grandes ciudades a sus segundas residencias, como ocurrió ya al decretarse el confinamiento con madrileños que se trasladaron a la Costa del Sol.