Luego de la masiva marcha de la CGT junto a las CTA de la semana pasada, el Gobierno convocó a gremios afectados por la caída del consumo y la apertura de importaciones. Los ministros de Trabajo, Jorge Triaca, y de Producción, Francisco Cabrera, recibieron ayer a representantes de la Unión Obrera Metalúrgica, Asociación Obrera Textil, el sindicato de la Industria del Calzado y el gremio de Ceramistas. La intención oficial es disuadir el clima de protestas ante la pérdida de puestos de trabajo y la caída del salario que se produjo desde la asunción de Mauricio Macri. El Gobierno anunciará hoy un acuerdo entre la UOM, el Smata, autopartistas y terminales automotrices.

Las reuniones se dieron por separado, pero hubo varios puntos en común. En primer lugar, los gremios plantearon su preocupación por la situación del mercado interno, afectado por la caída del poder adquisitivo y el deterioro del empleo. La baja del consumo afecta directamente el trabajo en sectores manufactureros como el textil, calzado y los insumos para la construcción, como la cerámica. El Gobierno minimizó los datos de caída de la demanda y reafirmó la idea de que comenzó la recuperación económica, a pesar de que en el consumo masivo no hay señales de ese tipo.

El otro gran tema fue la apertura de las importaciones, que se da en el contexto de baja del consumo, en un efecto de pinzas que deriva en el cierre de empresas. Cabrera y Triaca sostuvieron que no existe una “avalancha importadora”. Además, defienden la idea de la “reconversión productiva”, que en algunos casos equivalió a soltarle la mano a sectores con problemas de productividad. “En lo que va del año crecieron un 50 por ciento las importaciones de calzado”, dijo Agustín Amicone, del calzado. Uno de los reclamos de los gremios y las cámaras pymes es la recomposición del Repro, un programa del Ministerio de Trabajo para asegurar la continuidad de la fuente laboral que fue reducido por el Gobierno.

El Gobierno anunciará hoy la firma de un acuerdo en el sector automotor entre la UOM, el Smata, los autopartistas y las terminales. Según trascendió, se establecerá el compromiso de llevar la producción anual de autos al millón de unidades en 2023 y que las empresas del sector inviertan 3500 millones de dólares. En 2019 la producción debería alcanzar a 750 mil unidades, frente a las 472 mil de 2016, con una caída de 10,2 por ciento frente a 2015. Antonio Caló, titular de la UOM, aclaró que la suscripción de ese acuerdo no significará resignar beneficios laborales. Terminales y autopartistas despidieron personal en el último año y mantienen una buena porción de su plantilla suspendida.