La diferencia de ingresos entre el 10 por ciento de la población que más gana y el 10 por ciento que menos gana fue de 21 veces en el último trimestre de 2019. La brecha era de 20 veces en igual período del 2018. Esto muestra que en el último tramo del Gobierno de Mauricio Macri se continuó incrementando la desigualdad. Fue el resultado de las políticas de ajuste y la elevada incertidumbre financiera con impacto en la economía real.
Los datos del Indec publicados este lunes sobre distribución del ingreso muestran que el Coeficiente de Gini –un indicador utilizado para medir el nivel de desigualdad- aumentó de 0,434 a 0,439 entre el último trimestre de 2018 e igual período de 2019. El indicador de Gini refleja una sociedad más igualitaria en la medida que se acerca a cero y una menos igualitaria a medida que se acerca a 1. En el cuarto trimestre de 2017, antes del estallido de las Lebac y la ola de devaluaciones, el Gini era de 0,417.
Los datos de la Encuesta Permanente de Hogares del centro de estadísticas oficial arrojaron que el ingreso medio por individuo fue de 26.416 pesos en el último trimestre de 2019. En el estrato de menores ingresos la cifra fue 9.316 pesos, en el estrato medio se situó en 25.337 y en el estrato de más ingresos en 62.802 pesos.
En el informe del Indec se registró que el 60 por ciento de la población recibió un salario de menos de 26 mil pesos por mes y muestra uno de los principales problemas de los últimos años vinculado con la pérdida de capacidad de compra de la población.
Los salarios subieron por debajo de la inflación reduciendo la capacidad de compra de los trabajadores pero también de jubilados y beneficiarios de derechos sociales. El año pasado la inflación fue del 53,8 por ciento y la actividad económica marcó una caída de 2,2 por ciento. La situación se potenció por un aumento del desempleo formal.
El proceso de recesión con aceleración de los precios fue clave para entender el problema distributivo. “La estanflación de los últimos años se reflejó en el deterioro de la distribución del ingreso. Durante el año pasado tuvimos una desocupación cercana a los dos dígitos, con caída en la cantidad de las horas extras y pérdida de poder adquisitivo de los salarios. No es de extrañar que las cifras que ha dado a conocer el Indec hayan reflejado esto", aseguró Víctor Becker, especialista de la Universidad de Belgrano.
La pandemia global amenaza con generar un incremento de la desigualdad en los próximos meses no sólo en la Argentina sino en la región y el mundo. Esto se debe al fuerte parate de las economías con un impacto notable en los mercados laborales. Las políticas de ingresos para los sectores vulnerables de la población serán claves para intentar contener este efecto. La oficina de la Organización Internacional del Trabajo en Argentina celebró la semana pasada las medidas adoptadas en la Argentina como el refuerzo en la Asignación Universal por Hijo.
El informe del Indec precisó que en los principales 31 aglomerados urbanos hubo 17,4 millones de personas con ingresos. La cifra representó el 61,5 por ciento de la población de estos aglomerados. En total se percibieron 462 mil millones de pesos. El primer decil (el estrato de más bajo recursos) embolsó unos 6 mil millones de pesos, en tanto que en decil 10 (el estrato de más altos recursos) se embolsó 143 mil millones de pesos. De este modo, los que menos ganaron explicaron el 1,3 por ciento de los ingresos mientras que los que más ganaron explicaron el 31,0 por ciento.
En el documento oficial se ofrecieron estadísticas sobre la brecha de ingresos entre mujeres y hombres. En el decil de menores recursos se observó que el 73,8 por ciento de los ingresos que percibieron los hombres fue por tareas laborales. La cifra baja al 44,9 por ciento para el caso de las mujeres. Los ingresos laborales de los hombres representan una mayor proporción que el de las mujeres en todos los estratos.