Luego de la amenaza del Banco Central de aplicar sanciones, los bancos comenzaron lentamente a activar las líneas de crédito para las pequeñas y medianas empresas. De todos modos, las cámaras pymes advierten sobre dificultades que persisten para el acceso y que los préstamos solo están siendo aprobados para pago de salarios.
"Es inmoral la actitud de los bancos cuando hay mipymes y emprendedores que agonizan para salvar la vida de los argentinos", criticó en un comunicado Roberto Marquínez, presidente de la Confederación General Económica (CGE).
El BICE sumó capital como garantía para que bancos presten a pymes para capital de trabajo.
El 30 de abril el Gobierno anunció una línea de créditos blandos para empresas con problemas de liquidez a una tasa de 24 por ciento anual. La medida se informó luego de un fin de semana de duras negociaciones con los bancos, que se negaban a prestarle a las pymes en dificultades porque representaban un alto riesgo de incobrabilidad. El Ministerio de Desarrollo fue quien ofreció con el Fogar garantías por 30 mil millones de pesos hasta el 100 por ciento del crédito de una pyme.
Pasaron siete días y los bancos continuaban hasta el lunes sin movilizar fondos ni publicitar la línea entre sus clientes pymes. El lunes el Central amenazó con sanciones a los bancos que no cumplieron con las condiciones de las líneas de crédito para pymes, cobren comisiones o intereses extras. No solo hubo bancos que se negaban a aplicar la línea, sino otros cobraban costos extras sobre el crédito.
Con la amenaza, algunos bancos comenzaron a mandar masivamente por mail a los clientes el crédito. "Abrieron un poco el grifo recién ayer (por el lunes) pero sigue siendo solo para salarios. De todos modos, en esta tanda van a quedar muchos afuera. Por ejemplo, hay pymes que pagan sus salarios pero los hacen a través de transferencias de terceros y estas operaciones no están contempladas para los bancos", explicó a Página/12 Leo Bilanski, presidente de la Asociación de Empresarios Nacionales.
En los bancos insisten con la falta de garantías sobre las operaciones. Para despejar esa situación el BICE anunció que destinará 1000 millones de pesos en líneas de crédito para capital de trabajo para pymes. Los créditos tendrán una tasa de interés del 19 por ciento anual fija en pesos para empresas con aval de sociedades de garantía recíproca (SGR), un plazo de hasta 12 meses y se utilizarán para financiar necesidades de corto plazo. La entidad que conduce José Ignacio de Mendiguren firmó además con 45 bancos cupo para garantizar créditos por hasta 93.050 millones de pesos.
Sin estas garantías los bancos continúan sin entregar créditos pese a las enormes ganancias obtenidas en los últimos años. "Los Emprendedores, las Micro, las Pequeñas y las Medianas empresas argentinas se sacrifican al cumplir una cuarentena vital para salvar la vida de los compatriotas y evitar que se propague esta enfermedad que tiene en vilo al planeta mediante la paralización de actividad comercial y productiva, todo a un costo tan alto que en no pocos casos la quiebra es el resultado de este sacrificio por salvar vidas argentinas, con la consecuente pérdida de puestos de trabajo. La ayudan que reciben no es suficiente, no llega o una telaraña burocrática impide su acceso, y los más repugnante: los bancos siguen con las mismas políticas crediticias que si antes era nefastas hoy atentan contra el aparato productivo y comercial argentino", señaló en un duro comunicado la CGE, que aglutina a la ex Cgera y a la Cámara Argentina de la Mediana Empresa (CAME).