La Organización Mundial de la Salud (OMS) recomendó que, a pesar de la ralentización de las cifras de contagios por coronavirus en algunos países, “no es momento de flexibilizar las medidas” de confinamiento obligatorio para combatir el avance de la pandemia.
El mensaje del organismo internacional fue dirigido a los países europeos que durante los últimos días mostraron algunas "señales positivas" respecto del avance de la pandemia.
"No es el momento de flexibilizar las medidas. Hay que doblar y triplicar nuestros esfuerzos colectivos en favor de la eliminación (del virus) con el apoyo de la sociedad entera", afirmó Hans Kluge, el director de la OMS para Europa durante una rueda de prensa desde Copenhague.
La recomendación a "todos los países" es reforzar sus medidas en tres ámbitos: protección del personal sanitario, mantener alejada a "gente en buena salud de casos sospechosos y probables" y la comunicación a la población.
Aunque algunos países muestran "señales positivas" en su lucha contra el virus, Kluge considera que la situación en Europa es aún "muy preocupante". "Siete de los diez países más afectados en el mundo se hallan en la región europea", por lo cual "sería peligroso pensar que nos acercamos al final" de la pandemia, explicó.
Por otra parte, Kluge informó que dos tercios de los más de 52 mil fallecidos por COVID-19 en Europa son hombres, y un 95 por ciento tenían más de 65 años. Todos tenían problemas de salud que se complicaron al contraer el coronavirus, y concretamente más del 60 por ciento padecía enfermedades cardiovasculares, un 29 diabetes y un 21 dolencias renales.
También subrayó que aunque la enfermedad parece ser más grave a mayor edad, el reciente fallecimiento de un menor de cinco años en Reino Unido y otro de 12 en Bélgica tras contagiarse del coronavirus "muestran que en casos aislados también puede ser fatal para los niños".
En Europa, un 40 por ciento de los casos de COVID-19 confirmados requirieron hospitalización y un 5 necesitaron de cuidados intensivos. "Los datos muestran claramente que aún queda mucho en esta guerra, y que el progreso logrado es extremadamente frágil", por lo que "pensar que estamos cerca del final sería peligroso", advirtió.