Además de la salud, el Covid-19 puso a prueba la creatividad. Eso lo dejó en claro uno de los segmentos laborales más afectados por la pandemia: la música. Mientras un trozo de la industria apuesta por el streaming, otro, a raíz del colapso de la banda ancha ante la oferta, se inclinó por las plataformas digitales. De este último se desprende la iniciativa Siempre Hay Rock, en la que una decena de artistas argentinos apeló por la playlist, tanto en Spotify como en YouTube, para prever su sobrevivencia mediante la unión de las fuerzas. “Es una idea que se nos ocurrió a Lulo Esain (baterista de Acorazado Potemkin)” y a mí, explica Cecilia Díaz, manager del trío. “Nos unimos con los grupos que conocemos de laburar, con los amigos y con los que estábamos por cerrar fechas, para compartir nuestras canciones en bloque. El objetivo es sumar reproducciones, y tener algún tipo de actividad conjunta. Tenemos una página web (www.siemprehayrock.com ) a la que subimos playlists, y en la que enviamos un newsletter con promos de merchandising, invitaciones a los shows y sorteos”.
El Mató a un Policía Motorizado, Andrea Alvarez, La Mono, Las Ligas Menores, Cadena Perpetua y Bestia Bebé forman parte de este emprendimiento. Al igual que Palo Pandolfo, Andando Descalzo y Francisco Bochatón, que tienen en Germán Alperowicz a su introductor en Siempre Hay Rock. “Esto es parte de ese invento diario de arrancar creyendo que podemos lidiar con la pandemia”, reflexiona el manager de la última terna. “Económicamente, lo que esperamos es que lo digital devuelva un poco lo que la música le da al streaming”. A lo que Díaz agrega: “La idea es que el público y el artista sigan dialogando. También contamos con el apoyo de la FM Mega. Lo que tenemos que entender, cuando hablamos de industria musical, es que el 90 por ciento somos trabajadores informales. No muy diferentes a un obrero o un albañil. Luego de esto, que empezó el viernes, Potemkin subió la cantidad de reproducciones. Creemos que compartir canciones hace que nos conozca público, que nos sigan más y que sea ameno escuchar una lista con 10 artistas. No un disco entero”.
Cecilia Díaz advierte que las plataformas digitales les liquidan a los artistas un porcentaje de la ganancia por reproducciones; Lulo baterista de la banda que a fines de 2019 sacó su nuevo disco, Piel, revela: “Hubo que aceptar que había que parar. Ahí te cae otra ficha: lo último que arrancará después de esto es juntar gente en un lugar para ver una banda. Por eso salió la idea de armar el portal”. Y, además, añade: “Los ingresos de los shows desaparecieron. Sadaic paga cada cuatro meses, por ejemplo. No sonamos mucho en la radio, por eso es poquito. El grueso de los ingresos es el vivo y otros trabajos vinculados a la música. Nos bancan amigos, familias y personas que están a nuestro lado”.
Si bien esta juntada fue una movida de managers, el daño colateral es impredecible. “Hay otras industrias que van a tener prioridad en su reactivación antes que la cultura o la música", cavila Alperowicz. “Y es lógico que suceda. Pero con algo nos tenemos que ingeniar”. Sin embargo, Díaz vaticina: “De alguna forma, estaremos en el escenario”.