El Gobierno intervino para acercar posiciones entre el sindicato de trabajadores pasteleros y la cámara de establecimientos de servicios básicos luego de que los trabajadores de los locales de comidas rápidas cobraran este mes solo una parte de su sueldo de marzo debido a la crisis provocada por el coronavirus. Cuando finalicen las negociaciones, deberán firmar el acuerdo entre las partes en el Ministerio de Trabajo. Se espera que puedan llegar a un punto en común los primeros días de la semana que viene, dado que el diálogo sindical-empresarial del sector es bueno, aunque desde la parte sindical aseguran que la posición empresarial actualmente es rígida. Según el relevamiento realizado por el sindicato, los 25 mil trabajadores de los locales cobraron hasta 50 por ciento menos argumentando la caída en los ingresos que les produjo la cuarentena. Las empresas admiten la rebaja, dado que abonaron menos horas y no liquidaron el presentismo. Aunque aseguran que el descuento fue del 20 por ciento y se amparan en un artículo de excepcionalidad que rige en el convenio de trabajo.
Tras la gestión del Gobierno, la negociación la llevan a cabo el secretario general del sindicato de pasteleros, Luis Hlebowicz, y el abogado, Claudio Lehmann. Del lado empresarial, se encuentran los abogados que representan a la cámara, que son Gustavo Ferrante y José Zabala. Un camino por el que podrían avanzar es mediante la aplicación del artículo 223 Bis, que establece la suspensión de los trabajadores concertada por causas económicas y el cobro de un porcentaje de la remuneración habitual del sueldo, suspensión que debe ser aceptada previamente por el trabajador. Del lado sindical piden que se pague la totalidad del sueldo, sin las deducciones. “Si esto pasó en un mes donde trabajamos 19 días, en abril directamente no vamos a cobrar nada", aseguró Marcelo Gasso, secretario gremial del sindicato de pasteleros.
El sindicato relevó que los 25 mil empleados, en su mayoría jóvenes, que trabajan en las cadenas McDonalds, Burger King, KFC, Wendy, Burger 54, Starbucks y Mostaza percibieron sus salarios con rebajas de entre 30 y 50 por ciento, según cada caso. “En los recibos de sueldo vimos haberes quincenales de entre 3500 y 5500 pesos, cuando deberían haber sido de entre 7000 y 11 mil pesos”, detalló Gasso. Si no hay acuerdo, seguirán las deducciones en el pago de la primera quincena de abril, dado que sólo Mostaza, Wendy y KFC abrieron desde el sábado 4 de abril para delivery, después de dos semanas cerrados. Mc Donalds y Burger King continúan cerrados, armarán protocolos para poder abrir para envíos. Fuentes del sector argumentan que están organizando la logística, dado que en un local trabajan 100 personas y hay más de 500 locales en todo el país.
Las empresas aseguran que tomaron la decisión porque la industria “se vio fuertemente golpeada” y la prioridad fue “preservar los puestos de trabajo”. Además, se amparan en lo establecido por el Convenio Colectivo de Trabajo, que en su artículo 6, inciso B, establece que, ante ocasiones extraordinarias, las jornadas de horas mínimas pasan de 60 a 48 horas mensuales. Por el impago del presentismo, aseguran que “sólo debe abonarse cuando el empleado tuvo asistencia perfecta todo el mes, que no resulta aplicable en la presente situación de fuerza mayor”.
En tanto, Gasso argumentó: “¿Cómo podían ir todos los días si la empresa cerró?". Por su parte, el abogado laboralista Juan Pablo Chiesa agregó: “El decreto 276 dice que los trabajadores alcanzados por el aislamiento obligatorio quedan dispensados del deber de asistencia, por lo que la disposición muestra que no corresponde a las empresas penalizarlos por no haber asistido, cuando su actividad no estaba exceptuada”. En tanto, en la carta enviada al Ministerio de Trabajo, Hlebowics del sindicato aseveró: “Los recortes son drásticos e inexplicables, por lo que no respetan la integralidad y habitualidad de los ingresos, tal como señala el decreto de emergencia 297 del gobierno nacional, en el artículo 20”.