El estado de Nueva York
registró el miércoles un nuevo récord de 779 personas muertas por el coronavirus en las últimas 24 horas. Sin embargo, la curva de hospitalizaciones comenzó a bajar, según aseguró el gobernador Andrew Cuomo. La comunidad latina es la más golpeada en cuanto al número total de muertes en la ciudad, informó el alcade Bill De Blasio. "Es una disparidad flagrante", admitió el alcalde. Nueva York, el estado más afectado de Estados Unidos, registró hasta ahora 6.268 muertos debido al Covid-19.
Cuomo enfatizó que la caída en las hospitalizaciones es el resultado de las medidas de confinamiento. "Si la tasa de hospitalizaciones sigue bajando de la manera actual, entonces el sistema debe estabilizarse en el próximo par de semanas", sostuvo el gobernador. No obstante, calificó de terrible el récord de 779 muertos en las últimas 24 horas, contra los 731 el día previo. El político, miembro del Partido Demócrata, explicó que las muertes siguen subiendo porque la mayoría de los enfermos hospitalizados y conectados a un respirador van falleciendo a lo largo de los días.
Por su parte, un informe publicado por la alcaldía de la ciudad señala que un 34 por ciento de los fallecidos por el covid-19 son hispanos. De los 8,6 millones de habitantes en Nueva York, esta comunidad constituye el 29 por ciento. Al intentar encontrar las razones de las muertes, el alcalde citó la barrera idiomática que impide comprender los anuncios del gobierno. Por lo que De Blasio anunció una nueva campaña de información sobre el coronavirus en 14 idiomas. Sin embargo también recalcó los efectos que tuvo la política anti migratoria del presidente Donald Trump. "Lo que ha sucedido en el último par de años ha llevado a que muchos inmigrantes, sobre todo los indocumentados pero también a quienes tienen papeles, se alejen de los lugares donde normalmente buscarían apoyo o atención médica", sostuvo el alcalde. Un tercio de los hispanos en Nueva York, aproximadamente un millón de personas, son inmigrantes indocumentados sin seguro médico. Muchos temen buscar asistencia médica por temor a una deportación.