"Acá no hay ningún levantamiento de cuarentena. En los centros urbanos vamos a estar mucho más estrictos", adelantó el presidente Alberto Fernández respecto a lo que se decidirá una vez que termine Semana Santa. La ministra de Seguridad, Sabina Frederic, y el ministro del Interior, Wado de Pedro, estuvieron de recorrida por los puestos de control distribuidos en la zona metropolitana y anticiparon que para el fin de semana largo implementarán un operativo adicional que incluirá las rutas hacia la Costa, ingreso a las ciudades balnearias y también a los barrios cerrados y countries del Gran Buenos Aires, cuestión de desalentar todo movimiento vacacional y asegurar que la gente permanezca en sus casas.
En sus dos apariciones de ayer, el Presidente fue muy enfático al descartar cualquier flexibilización del aislamiento, en especial en los principales centros urbanos del país, que es por donde el virus tiene mayor circulación. "En muchos industriales hay preocupación por abrir las fábricas y hay cierta ansiedad que comprendo", comentó Fernández, respecto a las propuestas que acercaron el martes tanto la UIA como la Cámara de Comercio, pero pidió que se escuchara a los expertos para entender cuáles eran los riesgos de un levantamiento de la cuarentena. Por ejemplo, relajar las condiciones significaría un mayor uso del transporte público, que es el principal foco infeccioso, remarcó.
Con todo, destacó que "lo que más me preocupa es la salud de los argentinos", pero que "eso no quiere decir que no me preocupe la economía. Ahora necesito que se cuiden y les garantizo que voy a hacer todo lo necesario para que las empresas no cierren ni dejen sin trabajo a los argentinos".
"No podemos tener una recaída: todo el esfuerzo hecho es muy importante. Nos estamos preparando para momentos más difíciles, para más contagios", insistió el Presidente. Comentó que cuando el martes visitó el Instituto Malbrán había notado una mayor circulación de autos por la autopista, así que se había comunicado con los ministros Frederic y De Pedro para que se ajustaran un poco las tuercas y los controles fueran más estrictos. Una preocupación del Gobierno, que estuvo presente en todas las reuniones que se hicieron durante estos días, es que la gente no salga en plan turístico por la Semana Santa de recorrida por distintos lugares del país.
Con esas instrucciones, ambos ministros sobrevolaron los puestos ubicados en la zona del AMBA para controlar que todo estuviera funcionando correctamente. Frederic explicó que gracias al trabajo de las fuerzas de seguridad nacionales ya se habían iniciado 31 mil infracciones a personas que violaron la cuarentena y secuestrado más de 2.500 vehículos. Que así y todo eso representaba apenas el 2,6 por ciento de las personas que habían pasado por los controles, por lo que se podía concluir que la gran mayoría de los argentinos cumplían con el aislamiento y que quienes salían de sus casas lo hacían porque efectivamente realizaban algunas de las tareas exceptuadas.
Los ministros adelantaron que, además del mantenimiento de los 17 puntos de control ya establecidos, para este fin de semana largo se agregarán retenes en las rutas 2, 36 y 11, que conducen a la Costa Atlántica. También habrá en el ingreso a los balnearios, los mismo que en rutas y caminos que conducen a zonas de quintas, barrios privados y centros recreativos. Se reforzarán los controles en los tres ramales del Acceso Norte, el Acceso Sur y el Oeste del AMBA. A su vez, se monitorearán distintos puntos de rutas del interior del país y se ajustarán controles en distintas zonas estratégicas de la zona metropolitana.
"Es importante que algunos compatriotas entiendan que el aislamiento no son vacaciones", dijo De Pedro. Añadió que "la mayoría de los argentinos está actuando responsablemente y esto nos ha permitido mantener la curva de contagio baja. Es necesario seguir haciendo las cosas bien para no tirar por la borda el gran esfuerzo que estamos realizando todos".
Para el incremento de operativos en vista a este fin de semana, las fuerzas federales de Seguridad ya han desplegado más de 11.000 efectivos y casi 2.100 vehículos. Además, las fuerzas han dispuesto dos helicópteros para sobrevolar todas las zonas de acceso y egreso al AMBA, las autopistas y rutas nacionales. "El presidente nos ha pedido al ministro del Interior, Wado De Pedro, y a mí, que reforcemos los controles. Estamos supervisando los accesos a las zonas de la Costa Atlántica y de casas de fin de semana", informó la ministra Frederic, que pidió "permanecer en casa y mantener la cuarentena, porque esa es la forma de ayudarnos y cuidarnos entre todos".
La Gendarmería Nacional, la Policía Federal Argentina, la Policía de Seguridad Aeroportuaria y la Prefectura Naval Argentina coordinarán los controles junto con personal de la Policía de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires y de la Provincia de Buenos Aires. Esta última fuerza controlará las ciudades balnearias bonaerenses, las zonas de casas de fin de semana y los barrios cerrados. Agentes de la Agencia de Seguridad Vial, así como de Vialidad Nacional, dependiente del Ministerio de Transporte, se sumarán a los controles para reforzar los operativos.